El partido islamista Ennahda, en el poder en Túnez, celebró este jueves una reunión para designar al sucesor del primer ministro Hamadi Jebali, que se negó a permanecer en el cargo tras fracasar su iniciativa de formar un gabinete tecnócrata.
Jebali hizo esa propuesta para sacar al país de la grave crisis política inducida por el asesinato, el 6 de febrero, del opositor antiislamista Chokri Belaid. El ministerio del Interior anunció este jueves avances en la investigación.
La reunión del consejo consultivo de Ennahda, formado por 130 miembros, comenzó la tarde del jueves en un hotel de la periferia de la capital, cerrado a la prensa.
"Hay cuatro candidatos al cargo de primer ministro: Ali Larayedh (actual ministro del Interior), Mohamed Ben Salem (Agricultura), Nureddin Bhiri (Justicia) y Abdellatif Mekki (Sanidad)", declaró un portavoz de Ennahda, Mongi Gharbi.
El partido anunció más tarde que Jebali "se ha excusado por no poder aceptar su oferta de ser el candidato del partido al cargo de jefe de gobierno".
El partido señaló en un comunicado que "está llevando a cabo consultas en interno y con sus socios para presentar el presidente de la República el nombre del sucesor de Jebali antes de que termine la semana".
Jebali anunció el martes su dimisión, después de que su partido rechazara su propuesta de formar un gobierno tecnócrata para salir de una crisis política exacerbada por el asesinato el 6 de febrero del opositor Chokri Belaid.
El diario Le Temps advirtió este jueves contra la tentación de designar a un "duro" de Ennahda como primer ministro, estimando que tal decisión podría "alimentar la tensión y hundir aún más el país en la crisis".
Valiéndose de su mayoría en la Asamblea Nacional Constituyente, Ennahda puede imponer el gobierno de su elección, pero está intentando recabar el mayor consenso político posible.
De momento puede contar con el Congreso por la República, el partido del presidente, que manifestó este jueves su disposición a entrar en el próximo gobierno.
Dos años después de la revolución, la Constituyente sigue sin redactar la nueva Constitución, un paso indispensable para la celebración de elecciones.
Asimismo persisten los problemas acuciantes del desempleo y la pobreza en las regiones desfavorecidas, que precisamente espolearon la revolución de 2011 contra el presidente Zine El Abidine Ben Ali.
Este jueves, en un tiroteo en Sidi Buzid, cuna de la revolución contra Ben Ali, dos policías resultaron heridos en un enfrentamiento con presuntos salafistas, según una fuente médica.
El tiroteo se produjo cuando, después de una persecución, los agentes acorralaron a cuatro hombres armados en una mezquita del centro de la ciudad, bastión de este grupo radical al que se acusa de numerosos incidentes en todo el país.
Al hilo de esto, también este jueves se anunció el hallazgo de un escondite de armas y el arresto de trece sospechosos de pertenecer al movimiento salafista.
Por otro lado, mientras la familia de Chokri Belaid no deja de acusar a Ennahda de estar detrás de su asesinato, el ministro tunecino del Interior, Ali Larayedh, anunció este jueves el arresto de varios sospechosos, sin dar más detalles por el secreto de sumario.
"La investigación no ha logrado todavía identificar al asesino, ni a quienes están detrás del asesinato y sus móviles", agregó Larayedh.
AFP.