A pesar de los miles de opositores de diversos sectores, el Gobierno nacional cumplió su objetivo y vendió el 57,6% de su participación en Isagen.
La subasta se llevó a cabo en medio de una fuerte protesta realizada por sindicatos frente a las instalaciones de la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) en Bogotá.
La nueva titular de la tercera generadora eléctrica del país y responsable del 15% de la producción energética, es Brookfield Asset Management (BAM) que actualmente gestiona activos en el mundo por 220.383 millones de dólares y que también ha realizado inversiones en Brasil, Chile, Perú y Colombia, por 15 mil millones de dólares.
La empresa canadiense tiene cerca de 100 años de experiencia en el sector, y cuenta ya con 7.284 unidades energéticas en el mundo. El fondo cuenta con 249 centrales de generación eléctrica, las cuales tienen una capacidad total de 7.248 megavatios (MW). De ese total, 5.372 MW son producidos por 207 centrales hidroeléctricas, 1.577 MW por 37 centrales eólicas y 335 MW por 5 centrales de otros recursos renovables.
El Ministerio de Hacienda volvió a reiterar mediante un comunicado que los recursos obtenidos serán destinados para financiar parte del ambicioso plan de autopistas de cuarta generación: “irán al Fondo Nacional para el Desarrollo de la Infraestructura (Fondes) el cual será administrado por la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), banco de desarrollo creado para financiar los grandes proyectos de infraestructura del país, con altos estándares de gobierno corporativo”.
¿Qué procesos tiene Brookfield?
La nueva dueña del 57,6% de las acciones de Isagen fue acusada de pagar a funcionarios para ganar permisos de construcción en São Paulo, así lo afirmó Caracol Radio.
La Fiscalía brasileña lleva varios años con la lupa puesta sobre Brookfield que según un informe de la página financiera Business Wair, esta compañía también ha sido investigada por la Comisión de Bolsa y Valores del Departamento de Justicia de Estados Unidos por posible violación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero.
La subasta que unió a polos opuestos
La venta de Isagen logró unir en un solo propósito a partidos con diferentes ideologías que se opusieron desde un principio a la enajenación de la generadora de energía.
En oposición a esta subasta se han unido partidos tan opuestos como el Polo Democrático y el Centro Democrático; el Partido Verde y el Partido Conservador, sindicatos, entidades sin ánimo de lucro como Justicia Tributaria han sentado su voz de protesta.
Contra la venta se registraron más de 13 procesos en el Consejo de Estado, dos de ellos todavía sin resolver y once con fallos a favor del Gobierno; se promovió una ‘tutelatón’; se pronunciaron la Procuraduría y la Contraloría, sin embargo, después de dos años en esta nueva fase de la subasta se hará la adjudicación de las acciones.
¿Enajenación que empañaría la paz?
Desde La Habana, Cuba, los integrantes de la delegación de paz de las Farc criticaron el proceso de enajenación de Isagen.
El negociador ‘Joaquín Gómez’ señaló que sin duda esa decisión del ejecutivo golpeará a la mesa de negociación, ya que dentro de sus ideales, la privatización de empresas del Estado va en contra de los colombianos.
“Nuestro optimismo en la negociación está empañado por el anuncio del Gobierno de vender a Isagen, una de las empresas más rentables del país. Eso es un atentado al patrimonio del pueblo colombiano“, dijo.
‘Gómez’, agregó que la venta de la empresa va en contravía del espíritu de lo que se está acordando en la mesa de negociación.
Las Farc durante todo el proceso de enajenación de Isagen criticaron que se fuera a subastar esa empresa, por considerar que genera una alta rentabilidad para el Estado.
¿Qué podría frenar el proceso?
A estas alturas del partido lo único que podría llegar a frenar el proceso es que Brookfield no cumpla con los requisitos de la subasta, pues el pasado martes el Consejo de Estado negó la medida cautelar presentada por doce senadores de la República en contra de la venta. El magistrado Jorge Octavio Ramírez, ponente en la demanda, argumentó que la solicitud de medida cautelar no concuerda con la motivación de la demanda.
Los senadores pidieron la medida, porque la subasta había quedado con un solo proponente.
¿A dónde irán los recursos?
Según el director del Departamento Nacional de Planeación, DNP, Simón Gaviria, Isagen era un activo que el Gobierno no controlaba, a pesar de tener la mayoría de acciones, y que si el activo hubiera quedado en manos de la Nación, esta última habría tardado 45 años en recaudar el dinero que Brookfield dio por la generadora de energía, es decir, $6,48 billones. “Esto, porque los ingresos que recibíamos por Isagen eran $145 mil millones anuales”.
Después de leer un largo listado de obras, entre las que incluyó el metro de Bogotá, Gaviria manifestó que los recursos irán a una cuenta especial del Fondes, creada en el Plan de Desarrollo 2014-2018, y que ese dinero que hoy recibe la Nación se sumará a los $665.000 millones que es el dinero con el que actualmente contaba la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), que es la que administrará los recursos destinados al desarrollo de infraestructura del país.