La subasta de Isagen que se llevará a cabo este 13 de enero, ha generado malestar no solo entre congresistas de diferentes partidos, sino también entre analistas, y la Red de Justicia Tributaria que hará una “tutelatón” un día antes de la subasta, al parecer todos los intentos para frenar la venta de la generadora de energía han sido en vano, pues el Gobierno anunció que no dará marcha atrás sobre esta decisión.
Según el presidente Juan Manuel Santos, Isagen no es un activo estratégico para el Estado que generará mayor inversión social en infraestructura y vivienda.
Para el mandatario, el Gobierno tomó la decisión hace tres años, argumentando que “es un buen negocio para los colombianos” pues los recursos que produzca la enajenación abren la posibilidad de apalancar grandes proyectos de infraestructura en Colombia”.
“Isagen es un activo que produce un dinero, una rentabilidad, pero esa rentabilidad es muy baja comparada con la que puede tener ese dinero en otros activos”, explicó Santos.
“No es como algunos están diciendo, que es un activo estratégico, nada tiene Isagen de estratégico. ¿Cuál es el valor de una generadora de energía a estas alturas?, concluyó Santos.
A su vez, la ministra de Transporte, Natalia Abello, señaló que la venta de Isagen permitirá dar un gran salto en la infraestructura debido a que con los recursos que provengan de dicho negocio se fortalecerá patrimonialmente a la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), lo que duplicará la capacidad de préstamos y garantías de la entidad para la construcción de las nuevas autopistas del programa de Cuarta Generación.
Agregó además que si los dineros de la venta de la generadora de energía se invierten en infraestructura tendrán mayor rentabilidad económica y social porque contribuirán al financiamiento de las autopistas de iniciativa privada, en las cuales no hay aportes públicos y requieren un esfuerzo de capital de los concesionarios en su etapa de construcción.
¿Mejoraría el recaudo fiscal?
Por su parte el director de la ANI, Luis Fernando Andrade, dijo que la venta de Isagén permitirá que se genere mayor crecimiento económico en el país, se incremente la oferta de trabajo y se mejore el recaudo fiscal.
Advirtió que “sin ese dinero, vamos a tener dificultades financiando algunas de las nuevas vías”, por lo que afirmó que se debe realizar la venta porque con los recursos “a medida que se invierte, se generan más empleos, hay mayor crecimiento económico y un mayor recaudo fiscal”.
Andrade añadió que se generarían alrededor de 200.000 trabajos directos, “lo que mejoraría la tasa de empleo en un punto”. Afirma que actualmente el país está rezagado en infraestructura, por lo que se necesitan los recursos que va a generar la venta de Isagén. Frente a los opositores de la venta, afirmó “hoy en día con la caída de los precios del petróleo no tenemos muchas opciones”.
Más en contra que a favor
Buena parte de la bancada liberal se ha mostrado contraria a la decisión de vender Isagen.
Hace unos días la senadora Viviane Morales dijo que comparte la idea de que el Partido Liberal abandone la coalición si el Gobierno hace efectiva la venta de este activo.
“Esto es un tema de principios, creemos que venderla es renunciar a la soberanía energética del país, no quiere decir que vamos a renunciar a apoyar el tema de la paz, es un tema de principios, no de burocracia, nos retiraríamos de la Unidad, seríamos bancada independiente pero no está en duda el respaldo a la paz”, dijo esta semana la senadora Viviane Morales.
Por su parte el senador nariñense Guillermo García Realpe le dijo a EL NUEVO SIGLO que “salirse de la Unidad Nacional no, pero sí fijar una posición del Partido acerca de la venta de Isagen. El Partido tiene que asumir un pronunciamiento, pero no con la amenaza”.
A su vez…
La excandidata presidencial Marta Lucía Ramírez pidió a los congresistas conservadores fijar una postura crítica frente a esta enajenación, que consideró es una decisión equivocada del Gobierno nacional.
“Más allá del deseo de algunos congresistas de entrar de incondicionales a la Unidad Nacional, debe primar la defensa de un Partido que es una institución histórica que se necesita para el futuro de la democracia colombiana, como es el Partido Conservador”, dijo Ramírez a EL NUEVO SIGLO.
Por su parte la Contraloría asegura que la explotación económica de la infraestructura vial no producirá ingresos financieros comparables a los de Isagén. En cambio, asegura que su venta generará presiones adicionales a las finanzas públicas, teniendo en cuenta que un importante porcentaje de los dividendos se giran hoy a la Nación.
Frente a la favorabilidad de la venta, las condiciones económicas benefician el precio de venta de la electrificadora. La Contraloría afirma que estas condiciones hacen atractiva a Isagén dentro del mercado energético.
Igualmente, la entidad resalta que el control de la oferta y los precios de energía puedan, en caso de concretarse la venta, ser regulados por la Comisión de Regulación de Energía. Esto, porque actualmente el control está en poder del Estado.
Por otro lado, la Contraloría plantea los riesgos que supone para el Estado la venta de la participación accionaria de Isagén, una de ellas es que limitaría el control natural que tiene hoy el Estado en el marcado nacional de energía eléctrica.
¿Se cumplirán las expectativas?
El exministro de Minas y Energía, Amílkar Acosta, dijo a EL NUEVO SIGLO que ve muy difícil que la oferta cumpla con las expectativas fijadas por el Gobierno teniendo en cuenta que los recientes escándalos por el cargo de confiabilidad, los precios de la energía, los temas regulatorios, etc., hacen que los inversionistas bajen un poco su interés, “hay un entorno que a mi juicio dificulta que pueda concretarse una oferta que responda a la expectativa del Gobierno sobre la venta de Isagen, a esto se suman todos los actuales sucesos como el cargo por confiabilidad, los precios de la energía, la intervención del mercado por parte del Gobierno, los temas regulatorios, todos estos factores conspiran frente a la posibilidad de que pueda haber inversionistas y empresas interesadas en adquirir el 57,6% de las acciones de la generadora de energía”.
Acosta reafirmó que la venta de Isagen es una decisión equivocada, “la prueba es que prácticamente se le había dicho al país que si no se vendía Isagen se paralizaría todo el paquete de proyectos de las vías de cuarta generación 4G y lo que hemos visto es que este plan ha salido adelante sin la venta de Isagen”.
A su vez, el senador del Centro Democrático Iván Duque dijo a EL NUEVO SIGLO que con las utilidades que va a transferir Isagen se podría capitalizar a la Financiera de Desarrollo Nacional que a su vez podría tener un crédito con la banca multilateral para que fuera amortizado en un periodo de 15 años manteniendo el activo energético y adicionalmente financiando las vías 4G.
¿Quiénes están detrás de Isagen?
Solo dos de las tres firmas que sonaban para pujar por la participación de la Nación en Isagen presentaron las pólizas de seriedad de la oferta para formar parte de la subasta de la generadora. Se trata de BRE Colombia Investments L. P., del fondo de inversión canadiense Brookfield Asset Management, y del Consorcio del Pacífico, de la empresa de energía chilena Colbún. La tercera firma, la franco-belga Engie (antes GDF Suez), que estaba entre los interesados, no presentó el requisito, con lo que quedó por fuera del proceso.
Brookfield, con sede en Canadá, es un grupo internacional dedicado a la administración de activos, tiene en sus manos US$225.000 millones destinados para inversión. En el sector eléctrico tiene cerca de 100 años de experiencia y cuenta con 7.284 unidades en todo el mundo.
Colbún, por su parte, es de origen chileno, tiene casi 30 años de existencia y se dedica a la generación de energía eléctrica. El 48% de su producción proviene de centrales hidroeléctricas y el restante, de termoeléctricas.
¿En cuánto está valorada Isagen?
E Gobierno elevó la valoración de la generadora y comercializadora de energía en un 21,5 por ciento frente al establecido previamente, de 5,34 billones de pesos.
Lo que deberían pagar las empresas interesadas por el 57,6 de participación de la Nación en Isagén sería de 6,4 billones de pesos como precio mínimo. Esto después del reajuste del valor de las acciones, hecho por el Gobierno, cuando las aumentó a 4.130 cada una.
Las dos empresas precalificadas: Colbún, de Chile, y Brookfiel de Canadá deberán pagar 1,14 billones de pesos más de lo que la generadora costaba en mayo de este año.