La troika de acreedores públicos de Irlanda (Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo) terminó satisfechos esta semana su última misión en Dublín para evaluar el programa de reformas irlandés, pero señalaron algunas debilidades.
En un comunicado publicado ayer, la troika subraya que el "programa irlandés sigue encaminado en un contexto de incipiente recuperación económica".
"La implementación del programa, que expirará en los próximos meses, fue firme", añade el comunicado.
La troika enumera además las mejoras constatadas, tanto de las exportaciones, el comercio minorista, la confianza de los consumidores o la creación de empleo. Irlanda "tiene un crecimiento económico superior al promedio de la zona euro desde 2011", observa.
El jueves el ministerio de Finanzas irlandés aseguró en un comunicado que "Irlanda concluyó con éxito el duodécimo examen y el examen final" de la troika.
"Hemos puesto las bases con éxito para que el 15 de diciembre concluya el programa de la UE y del FMI y volver [a financiarnos] en los mercados", declararon el ministro de Finanzas Michael Noonan, y el ministro del Gasto Público y de las Reformas, Brendan Howlin.
A pesar de este examen, los acreedores de Irlanda advierten sobre varios riesgos, empezando por el déficit fiscal si "no se mantiene el control del gasto". El objetivo para 2013 es el 7,5% del PIB y para 2014 el 4,8%.
En el sector financiero, "la parte de los préstamos morosos sigue siendo elevada y el crédito se estanca".
En cuanto al desempleo "empezó a bajar pero sigue siendo muy elevado".
Irlanda estuvo al borde del abismo con la implosión de la burbuja inmobiliaria y el rescate de sus bancos que llevaron el déficit público a 30%. A fines de 2010 el gobierno irlandés tuvo que pedir un rescate a sus socios europeos y al FMI. Entonces obtuvo una ayuda de 85.000 millones de euros a cambio de drásticas medidas de austeridad./AFP