Ante las protestas de los ambientalistas, las autoridades de Bogotá anunciaron una investigación a los constructores del polémico proyecto urbanístico en inmediaciones del humedal de La Conejera por la forma en que se talaron árboles.
La Secretaría Distrital de Ambiente anunció que abrirá una investigación formal contra la constructora Praga S.A. por un presunto manejo inadecuado de la avifauna y por ende el incumplimiento a lo dispuesto en las resoluciones que autorizaron la tala.
De acuerdo con esas normas expedidas por la Secretaría, el constructor estaba obligado a desarrollar un plan de manejo ambiental que permitiera mitigar los daños producto de dicha tala, lo cual presuntamente no se habría llevado a cabo.
La autoridad ambiental recordó que si bien la obra cumple las normas de licenciamiento urbanístico vigentes, siempre se ha solicitado que el constructor adelante acciones de mitigación ambiental.
Justamente y en esa dirección, tras las más de 17 visitas bajo la vigilancia especial adelantada por la Secretaría, la autoridad ambiental estudia la imposición de medidas de mitigación por vía administrativa.
A través de un comunicado, la Secretaría precisó que no tolerará incumplimientos del constructor a la normatividad vigente y como corresponde apoyará a la comunidad para escuchar sus quejas a través del punto de control permanente en la zona.
La entidad ratificó que llegado el caso y ante la evidencia de incumplimientos por parte del constructor impondrá las sanciones a que haya lugar, incluso la suspensión de las obras.
Para el concejal Roberto Sáenz, de la Alianza Verde, quien acompaña a los ambientalistas, la tala de árboles fue un arboricidio y llamó la atención a propósito de la autorización expedida por la Secretaría, dado que según la entidad estos árboles debían ser talados porque amenazaban caerse.
En ese sentido, Sáenz afirmó que estas autorizaciones se expidieron de manera amañada para favorecer a la constructora Praga S.A., empresa que, dijo, resolvió robarse cuatro metros de espacio público para compensar el terreno que la medida cautelar del Tribunal Administrativo de Cundinamarca le impide construir.
Añadió Sáenz, que en la diligencia están intentando talar dos árboles que no están relacionados en la cuestionada resolución de la autoridad ambiental.
Según Sáenz, en medio del operativo un ambientalista intentó evitar la tala no autorizada de los dos árboles mencionados trepando hasta las copas; de acuerdo con el concejal, la Policía habría anunciado la presencia del Esmad en la zona para controlar al ambientalista y poder continuar con el arboricidio.
“La tala de estos árboles, que hasta hoy fueron hábitat de cientos de aves, causó a su vez la destrucción de decenas de nidos”, sostuvo Sáenz, lamentando que “en el afán por talar estos árboles no tuvieron en cuenta los procedimientos que están establecidos en el Distrito para desnidar los árboles y encontrarles un nuevo espacio para habitar. Durante el operativo se acercaron los vecinos del sector, entre los que se pudieron observar niños que lloraban al ver los nidos de aves destruidos”.