El hallazgo de 2.5 toneladas de residuos hospitalarios confirma la fuga en la cadena de este servicio que pone en riesgo la salubridad de los ciudadanos. En el sitio se encontraron jeringas, medicamentos y envases de fluidos, entre otro material infeccioso y químico.
Se presume que como consecuencia de estos hechos denunciados habría no sólo responsabilidades por ser un botadero clandestino, sino también por el tráfico ilegal de residuos peligrosos. Las autoridades ambientales le solicitarán a la Fiscalía General que investigue minuciosamente.
Es la primera vez que la Secretaría de Ambiente detecta una cantidad como esta de residuos en un lugar inadecuado y además que en el sitio se realizará disposición final de los mismos mediante proceso de incineración a cielo abierto.