CON  el argumento de que es una “investigación en curso” el FBI se ha negado a comentar las filtraciones que sobre la misma se han hecho respecto a que Noor Zahi Salman, la esposa del autor de la masacre en el club gay de Orlando, Omar Mateen, estaba al tanto de sus planes,  una vez lo llevó al mencionado sitio y hasta lo acompañó a comprar municiones y una funda para la pistola.

Citando fuentes de seguridad, varios medios de comunicación norteamericanos como NBS News y CNN, Noor Salman había declarado a las autoridades federales que intentó convencer a su esposo de que no llevara a cabo ningún ataque pero dijo desconocer el lugar que él tenía pensado para realizarlo. Sin embargo, la mujer habría admitido también que en una ocasión estuvo con él en la discoteca Pulse y en otra ocasión lo llevó hasta el mismo lugar.

"Hay un indicio de que ella estaba con él en partes del proceso, y estamos analizándolo, pero no sabemos qué es verdad y qué no", dijo un oficial citado por el diario The New York Times.

Lo que no informaron esas fuentes es si con sus declaraciones  Noor se refería a un presentimiento  basado probablemente en el comportamiento de su esposo y por eso intento disuadirlo, o si, por el contrario, lo sabía y pese a ello no alertó a las autoridades.

De ser esto último cierto, la mujer de ascendencia palestina podría ser acusada por la Fiscalía de varios cargos, entre ellos asesinato, intento de asesinato, no notificar a las fuerzas del orden sobre el inminente ataque y mentir a agentes federales.

La esposa del abatido atacante Mateen no se encuentra bajo custodia (detenida), colabora con las autoridades según informaron fuentes del FBI y decidió mudarse de residencia para proteger su integridad y la de su pequeño hijo de tres años.

El agente especial del FBI, Ron Hopper, insistió ayer en que  "con respecto a la esposa, puedo decir que es solo una de las muchas entrevistas que hemos hecho y seguiremos haciendo en esta investigación…No puedo comentar sobre el contenido o conclusión de esa investigación".

De otra parte pidió a la ciudadanía colaborar con información relacionada sobre el atacante.

En el mismo sentido se pronunció el  fiscal del distrito de la Florida encargado del caso,  Lee Bentley: "No voy a especular sobre cargos que podrían presentarse o sobre si de hecho se presentarán cargos en este caso. Es prematuro hacerlo", al tiempo que agregó que “el resultado de las investigaciones se sabrá en su debido momento”.

Los medios han destacado el comportamiento extraño de la esposa del atacante del club Pulse de Paris, ya que según declaró el propio padre de éste, Saddique Mir Matten, el lunes en la tarde ella regresó sorpresiva y afanadamente al apartamento donde vivía porque “necesitaba recoger algo de ropa”.

Las primeras indagaciones  develaron el perfil del joven de 29 años, que en la noche del lunes decidió sin un motivo aún esclarecido llegar al club Pulse y disparar indiscriminadamente contra los asistentes matando a 49 de ellos, antes de ser abatido por la Policía.

Era un “joven perturbado e inestable”, aseguraron las autoridades federales  y aunque también indican que se “radicalizó al Islam” vía internet, según él mismo expresó en una llamada al 911 durante el ataque, lo que ha llevado a señalar que sería un “lobo solitario” del yihadismo, hay otras versiones que indican que el motivo del mismo podría ser desde un crimen de odio hasta un conflicto interno sobre su sexualidad.

 Su primera esposa, Sitora  Yusufiyevocó un pasado de violencia conyugal, y su padre había resaltado la homofobia de Mateen, que estaba casado y tenía un hijo.

Pero horas después del ataque salió a flote una faceta desconocida del joven asesino: testigos narraron que Mateen era un asiduo cliente del club gay Pulse.

"A veces se sentaba en un rincón a beber solo, y otras veces se emborrachaba tanto que era ruidoso y beligerante", señaló Ty Smith al periódico Orlando Sentinel.

Otros clientes del club dijeron a medios locales que Mateen había utilizado aplicaciones gay, incluyendo Grindr, con conocidos comunes para establecer contactos./EL NUEVO SIGLO con AFP y Univisión