La coyuntura que hay en el país sobre los diálogos de paz y un posible escenario de posconflicto también toca a la investigación científica.
Por eso, cabe preguntarse qué tanto aporta trabajar en ciencia, tecnología e innovación en caso de culminar más de 50 años de guerra.
Esta fue una inquietud que intentaron responder los invitados al foro “¿Sirve la Investigación Científica en la Era del Posconflicto?”, organizado por los departamentos de Física de la Universidad Nacional (UN) de Colombia y de la Universidad de Los Andes, según el reporte de la Agencia de Noticias de la UN.
Para Gabriela Delgado, quien se ha desempeñado como docente de la Universidad Nacional de Colombia y actualmente es directora de Fomento a la Investigación de Colciencias, la respuesta es positiva, pues la educación y la investigación son las herramientas más importantes que se tienen para recuperar a la población reinsertada y para que el país cumpla sus metas de desarrollo.
Aún cuando la investigación científica en una situación hipotética de posconflicto puede incluir todas las áreas, la profesora Delgado dijo que las humanidades y las ciencias sociales podrían tener mayor impacto. Eso sí, no importa el campo de acción, pues en la medida en que se deje de invertir en guerra, esos recursos apuntarán a investigación aplicada y básica.
Por su parte, como representante del Consejo Nacional de Educación Superior (CESU), José Herman Muñoz aseguró que apuntarle a la ciencia significa dar como prioridad el desarrollo local, regional y nacional.
“Alemania, Estados Unidos o Japón son países que han logrado consolidar su desarrollo a partir de la actividad investigativa y de la transferencia tecnológica”, aseguró.