El grado de inversión que desde hace meses luce el país, ha sido el mejor argumento para que las compañías emitan deuda y atraiga inversionistas.
De acuerdo a la analista de renta fija de Correval Karen Alfonso Castillo, en el primer semestre de este año los principales títulos corporativos clasificados como grado de inversión (BBB-) registraron un incremento promedio de 62 puntos básicos, especialmente los títulos Bancolombia (2016) y Bancolombia (2021), los cuales presentaron las mayores variaciones en tasa.
Además del cierre generalizado de posiciones, las nuevas emisiones también tendieron a disminuir. Durante agosto, segundo mes del año en el que generalmente se presentan nuevas emisiones a nivel mundial, no se registró ninguna y es que con la creciente volatilidad, muchos emisores decidieron posponer la fecha de salida de sus títulos, como fue el caso de EEB.
Vale la pena mencionar que durante el primer semestre del año la dinámica de las nuevas emisiones en dólares había sido significativa en cuanto salieron al mercado Gruposura, Emgesa, EPM y Bancolombia con títulos con vencimiento a 10 años, constituyéndose en el año récord de emisiones en el exterior considerando que anteriormente se registraban como máximo dos.
Igualmente, las emisiones han comenzado a retomar la dinámica positiva observada en la primera mitad del año a nivel global y Colombia no ha sido la excepción. La emisión de EEB (2021) de la semana pasada alcanzó un monto de US$ 610 millones con una demanda que superó 4.7 veces el valor de la emisión con 228 órdenes.
De igual forma, otros emisores nacionales como los bancos, específicamente Banco de Bogotá y Banco Davivienda, recientemente han manifestado la intención que incursionar en el mercado externo, aunque todavía no se conocen fechas posibles.
Sin embargo, la buena tendencia del mercado de deuda corporativa en dólares podría verse opacada por la volatilidad de los mercados internacionales hacia adelante; mientras los problemas de deuda de los países de la zona euro no se resuelvan y la economía norteamericana no presente signos más favorables en su crecimiento, probablemente las posiciones de los inversionistas sean de muy corto plazo, aprovechando la relativa calma en los mercados emergentes y la posibilidad de que el impacto sobre los mismos sea relativamente tardío y en algunos casos, leve, como se espera para Colombia, al menos por ahora.