Las lluvias torrenciales e inundaciones de esta semana en la capital filipina, Manila, ya dejaron un saldo de 60 personas muertas, y afectaron directamente la vida de 2,4 millones de habitantes de esa ciudad, informaron este viernes los servicios locales de socorro.
De acuerdo con el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Catástrofes Naturales, en todo el país el saldo de víctimas fatales ya se eleva a 113 personas.
En la capital, la situación parecía mejorar levemente con la llegada de ayuda alimentaria y de medicamentos para miles de familias que en diversos sectores de Manila llevan ya varios días completamente aisladas.
Aproximadamente unas 362.000 personas aún se encontraban el viernes instaladas en escuelas o gimnasios de Manila, según las autoridades locales. A causa de las inundaciones, todo el sistema de desagüe entró en colapso en la periferia de la capital.
En promedio, unos 20 tifones afectan cada año a Filipinas. Los dos últimos, Nesat y Nalgae, habían dejado en 2011 un saldo de 101 personas muertas y decenas de miles de desalojados por las inundaciones. En 2009, la tempestad tropical Ketsana arrasó Manila y provocó la muerte de 464 personas.
AFP