La Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) calificó de "intimidatoria" una crítica del presidente Juan Manuel Santos a una periodista por publicar un video en el marco de un escándalo de prostitución que obligó a renunciar al director de la Policía y al viceministro del Interior.
"Resulta cuestionable y paradójico que el presidente Juan Manuel Santos asumiera el rol de ‘periodista’ para criticar la decisión editorial de un medio de comunicación que investigaba posibles actos de corrupción en su gobierno", señaló en un comunicado la FLIP.
Dávila, exdirectora de La FM, renunció a su cargo tras una polémica por la publicación de un video de 2008 en el que el viceministro del Interior, Carlos Ferro, y el capitán de la policía Ányelo Palacios se ponen de acuerdo sobre dónde podían mantener relaciones sexuales.
Santos afirmó en un foro al ser preguntado por una periodista que la publicación de ese video "no es buen periodismo".
"Esa declaración tuvo un efecto intimidatorio para ella y los demás periodistas que venían trabajando en esa historia", agregó la FLIP.
Al respecto, el gobierno aseguró en un comunicado publicado este sábado que Santos "no pretendía de manera alguna inhibir el libre ejercicio del periodismo, ni dar lecciones sobre él".
"El propio presidente dijo en esa ocasión que este era un tema que debía ser objeto de discusión entre los periodistas, precisamente para respetar su independencia", señaló la nota oficial.
En un cruce de declaraciones a través de los medios días antes, la periodista denunció que el mandatario habría pedido su renuncia al medio en el que trabajaba, acusación que Santos negó. "Yo no pido cabezas de periodistas", respondió el jefe de Estado.
La apertura de una investigación sobre una supuesta red de prostitución masculina creada y puesta en marcha por altos mandos policiales y con presuntos vínculos con algunos congresistas, motivó la renuncia del director nacional de la Policía, general Rodolfo Palomino, y del viceministro Ferro, senador del Partido Social de Unidad Nacional (La U) entre 2005 y 2014.
Palomino, jefe de la Policía desde 2013, dejó su cargo luego que la Procuraduría General, que controla a los funcionarios públicos, anunciara el inicio de una "investigación disciplinaria formal" sobre su supuesta participación en la red de prostitución, entre otras irregularidades.
Paralelamente, la Fiscalía investiga las presuntas interceptaciones ilegales a Dávila en el marco de esa investigación periodística.
Dávila y su equipo periodístico habían revelado acusaciones de acoso sexual de un coronel contra el general Palomino.
Según datos del gobierno, actualmente 146 periodistas colombianos reciben protección del Estado en materia de seguridad. /AFP