La postura rusa de no intervención en Siria permanecía incambiada el sábado luego de que dirigentes de países del G8 reclamaran que en la declaración final de la cumbre en Estados Unidos el grupo ejerciera mayor presión sobre el régimen de Bashar al Asad.
"No puede haber ningún cambio en el régimen por la fuerza", comentó el enviado del Kremlin a África Mikhail Margelov, agregando que los líderes del G8 reunidos en Camp David no han llegado aún a un acuerdo sobre el apartado de su declaración final referida a Siria.
"Se debe dar una oportunidad a los sirios para que arreglen entre ellos sus propios asuntos", dijo Margelov a la prensa en Washington. "
A pesar de negarse a modificar la posición de su país de no intervención en el conflicto interno sirio, el enviado ruso se mostró crítico respecto al régimen de Al Asad, que, según dijo, carece de "ideas creativas para superar la crisis".
"Ha quedado claro que las últimas elecciones no pusieron fin a la crisis política", afirmó Margelov en referencia a las legislativas del 7 de mayo. "En mi opinión, alcanzar ese objetivo llevará mucho tiempo", agregó.
Más de 12.000 personas han muerto en Siria desde el comienzo de la rebelión contra el gobierno de Al Asad, en marzo de 2011.
AFP