Desde que el Covid-19 brotó en China a finales del año pasado, se han notificado al menos 25.079.330 casos y 843.826 muertes.
Casi 4 de cada 10 contagios se han registrado en Estados Unidos y Brasil, los dos países más afectados, con 5,9 millones (182.760 decesos) y 3,8 millones de casos (120.262 fallecimientos) respectivamente.
El gigante sudamericano cruzó en estas últimas horas el lúgubre umbral de los 120.000 muertos.
A diferencia de Europa y Asia, donde el virus golpeó con fuerza y luego disminuyó, en Brasil avanza a un ritmo lento, afirma Christovam Barcellos, investigador de la prestigiosa institución científica Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz).
"Brasil es único en el mundo. Desde el inicio de la pandemia, su curva ha sido diferente a la de otros países, mucho más lenta", dijo.
"Ahora se ha estabilizado, pero a un nivel muy peligroso: alrededor de 1.000 muertes y 40.000 casos por día. Brasil todavía no ha pasado el pico", agregó.
Otro país del cono sur que superó un trágico umbral es Argentina, que alcanzó los 400.000 contagios. Su ritmo de progresión del número de nuevos casos se ha disparado estos últimos siete días, hasta llegar al 35%.
En medio del récord de contagios, el gobierno anunció la extensión de medidas de confinamiento hasta el 20 de septiembre.
Récord mundial en India
Al otro lado del Pacífico, Asia, que fue el primer epicentro de la epidemia, vuelve a ser la región del mundo donde se han contabilizado más nuevos casos en los últimos siete días (570.819), de los cuales más de 8 de 10 casos se registraron sólo en India.
Ayer, el segundo país más poblado del planeta con 1.300 millones de habitantes, anunció haber registrado 78.761 nuevos casos de coronavirus en 24 horas, un nuevo récord mundial.
El anterior récord fue el 17 de julio en Estados Unidos, donde se declararon 77.638 nuevos contagios.
La pandemia, que ha golpeado las grandes urbes como Bombay o Nueva Delhi, se está cebando ahora en las ciudades menos importantes y en las zonas rurales.
Estas cifras fueron anunciadas al día siguiente de una nueva flexibilización del gobierno de las restricciones en vigor desde marzo, una medida que busca relanzar la economía del país, paralizada por la crisis sanitaria.
En cambio, otros países que habían conseguido contener la propagación del virus, están volviendo a imponer medidas frente a nuevos brotes. En Corea del Sur, se endurecerán las restricciones en la región de Seúl, donde vive la mitad de la población.
Protestas
En Europa, las cifras de contagios se han disparado en España, Francia, Italia y Alemania. Para intentar frenar las infecciones, que se están multiplicando con el fin de las vacaciones estivales, las autoridades han impuesto nuevas consignas sanitarias, como el uso generalizado de la mascarilla o el límite en reuniones sociales.
Estas medidas han desatado un movimiento de protesta en el Viejo Continente, y el sábado, miles de manifestantes contrarios a portar mascarillas tomaron las calles en varias ciudades.
En Berlín tuvo lugar la mayor concentración, con unas 38.000 personas. Al final, la policía tuvo que intervenir porque los participantes no respetaban los gestos de protección.
En Londres, un millar de manifestantes, congregados en Trafalgar Square, pidieron el "fin de la tiranía médica". Y en París, 200 a 300 personas protestaron contra la obligatoriedad de la mascarilla.
Sophie, una parisina de unos 50 años, acudió a manifestarse en "favor de la libertad de elegir": "Soy una ciudadana que se opone a medidas liberticidas que no tienen ninguna justificación médica", dijo.
Vale aclarar que las cifras de casos diagnosticados positivos sólo refleja una parte de la totalidad de contagios debido a las políticas dispares de los diferentes países para diagnosticar los casos, algunos sólo lo hacen con aquellas personas que necesitan una hospitalización y en gran cantidad de países pobres la capacidad de testeo es limitada.