El regreso de los turistas a Venecia tras la pandemia llevó al municipio a relanzar su proyecto de reserva obligatoria para todos los visitantes deseosos de deambular por la ciudad y sus famosos canales.
"Vamos a empezar con una fase experimental durante la cual la reserva no será obligatoria, pero facultativa", explicó el adjunto al Turismo de Venecia, Simone Venturini.
Esta fase, cuya fecha de lanzamiento se anunciará "en las próximas semanas", estará "acompañada de incentivos de carácter tarifario, como reducciones en las entradas de museos".
Tras la experimentación, el dispositivo será obligatorio en 2023 y los visitantes diurnos deberán abonar entre tres y diez euros diarios, en funcion de la afluencia.
Los que tengas reservas de alojamiento, ya sujetos a la tasa turística, estarán exentos.
Venecia no podrá imponer una cuota de visitantes diarios debido al principio de libre circulación de personas, pero la modulación del importe del impuesto en función de la afluencia permitirá incitar a los turistas a elegir los días menos concurridos.
Esta iniciativa parece más que nunca de actualidad después de un fin de semana de Pascua marcado por una fuerte afluencia. Cien mil turistas durmieron en la ciudad cada noche, a los que se añadieron unos 40.000 visitantes diarios en promedio, recordó Venturini.
Esta marea humana provocó largas colas en las paradas de vaporetto y delante de los museos, mientras que los hoteles estaban llenos.
Ante esta situación, el propio alcalde de Venecia dio la voz de alarma. "Muchos comprendieron que la reserva para visitar la ciudad es el camino correcto para una gestión más equilibrada del turismo", destacó Luigi Brugnaro en un tuit publicado el lunes.
Este sistema permitirá saber de antemano cuántas personas estarán presentes en la Ciudad Ducal y "programar los servicios de transporte público en consecuencia", ilustró.