LA VIOLENCIA armada, con o sin fácil acceso a ellas, es un fenómeno que se ha ‘disparado’ a nivel global, con preocupantes índices en Estados Unidos donde bajo el amparo de la Segunda Enmienda los ciudadanos tienen el derecho a comprar, tener y portar una de ellas para defenderse.
Y es que las cifras son aterradoras: en lo corrido del año los fallecidos en algún tipo de incidente que involucraron armas superan los 17 mil, de ellos 650 menores de edad, según recuento de organizaciones que intensificaron en las últimas semanas su campaña para un mayor control en la venta de estos letales artefactos.
Los tiroteos -masivos y selectivos- se han vuelto el ‘pan de cada día’ en el gigantesco país del norte donde, como ocurre luego de alguna masacre, se revive el debate para endurecer las leyes federales (nacionales) sobre las armas, lo que de suyo requiere un mínimo acuerdo bipartidista. Por ejemplo, en el Senado integrado por 100 parlamentarios, hay paridad entre republicanos y demócratas y se necesita el voto afirmativo de 60 parlamentarios para cualquier reforma.
Los republicanos son los grandes defensores de la Segunda Enmienda, al igual que de la industria armamentística norteamericana que inyecta anualmente miles de millones de dólares a su economía. En este revivido debate han hecho énfasis en que debe reforzarse la seguridad de las escuelas, mejorar los programas de salud mental y el seguimiento de inteligencia a potenciales atacantes.
En esa línea preventiva vale destacar que el mismo día de la masacre en la escuela texana de Robb, encontraron un arma y un cargador cargado en el escritorio de un alumno de segundo grado en una escuela de California y un hecho similar ocurrió en la primaria Lee en Illinois donde se encontró a otro niño con un arma.
Al día siguiente, Enterprise High School de California fue cerrada debido a informes de un posible estudiante en el campus con una pistola, mientras que en Maryland, un hombre de 46 años fue arrestado por amenazar con violencia masiva en una escuela primaria y un negocio, dijo la policía.
El tiroteo masivo en la escuela de la localidad texana de Uvalde, donde el pasado 24 de mayo un joven se atrincheró en un salón de clase para asesinar a 19 niños y dos de sus maestras fue el más mortífero desde el registrado en Sandy Hook (2012) y según el registro de Gun Violence Archive, el 233 ocurrido en lo que va de este año, más no el último.
Desde entonces y con corte al pasado viernes, ocurrió una veintena más, segando la vida a 23 personas y dejando heridas a un centenar. Los escenarios fueron disímiles: el parqueadero de una Iglesia, un hospital, una casa de familia y hasta un cementerio.
Fue particularmente violento el pasado fin de semana, festivo en conmemoración del Día de los Caídos, ya que según el reporte de la mencionada organización hubo 15 tiroteos masivos entre el viernes y el martes. Vale destacar que se consideran como tal tener al menos cuatro víctimas baleadas, heridas o muertas por disparos, sin contar al tirador.
Según esa recopilación de datos, en estos cuatro días nueve personas murieron y 73 más resultaron heridas, un significativo aumento respecto al mismo feriado del año pasado, cuando el balance fue de ocho fallecidos y 46 lesionados.
En el resto de la semana los hechos más notorios de esta desgarradora violencia armada tuvieron como escenario un campus universitario en Luisiana, un edificio médico en Tusla, un campo santo en Wisconsin, una zona de estacionamiento en una Iglesia de Iowa y una residencia familiar en la localidad texana de León.
En medio de esta violencia con armas de fuego que asola al país el presidente Joe Biden, en un discurso que pronunció el jueves con 56 velas encendidas para representar a los estados y territorios que sufren la violencia de las armas del fuego, pidió al Congreso, entre otras cosas, prohibir la venta de rifles de asalto como las utilizadas en las masacres de Texas y el estado de Nueva York, elevar de 18 a 21 años la edad para comprar este tipo de artefactos, extremar los controles de antecedentes de los compradores, limitar la venta de cargadores de gran capacidad, retirar las armas a quienes se consideren una amenaza y obligar al almacenamiento seguro en los hogares.
Ante las dificultades de establecer reglamentaciones federales, está en marcha un intento de imponer legislaciones en diferentes estados. Por ejemplo, legisladores californianos presentaron un proyecto para que los fabricantes de armas asuman la responsabilidad civil en determinados casos o en Delaware y Texas con la iniciativa que establece un permiso previo para la compra de armas.
Se espera que la Corte se pronuncie en las próximas semanas sobre un litigio referido a los estrictos límites fijados por el estado de Nueva York a la portación oculta de armas de fuego fuera del hogar.
Sin embargo, los activistas a favor de mayores restricciones temen un revés a nivel federal debido a que la Suprema Corte de Justicia está a punto de emitir su primera opinión importante sobre la Segunda Enmienda en más de una década.
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Estos son los hechos más notorios ocurridos este año en Estados Unidos, un país que tiene más armas que habitantes y donde más del 30% de los adultos poseer como mínimo un arma de fuego:
Junio 3. Centerville (Texas). Las fuerzas de seguridad de Texas abatieron al asesino convicto, Gonzalo López, que escapó de prisión y que asesinó a una familia (un adulto y cuatro niños) residente en esta localidad del condado de León.
Junio 2. Ames (Iowa) y Racine (Wisconsin). En el primero, un hombre mató a dos mujeres y luego se suicidó en el aparcamiento de la iglesia 'Cornerstone' de esta localidad. Horas antes se registró un tiroteo masivo durante el funeral de Da'Shontay L. King Sr, un hombre muerto por la policía a fines del mes pasado, en el cementerio de Graceland en Racine. Cinco personas quedaron heridas.
Junio 1. Tulsa (Oklahoma). Con rifle y pistola semiautomática, Michael Louis fue a asesinar al doctor que lo operó de la espalda porque no le quitó su constante dolor. Llegó al hospital Saint Francis y antes de cumplir su objetivo, quitar la vida al cirujano Preston Phillips, mató a tiros a quienes se le cruzaron en su camino: otro médico, la recepcionista y un paciente. Luego se suicidó.
Mayo 31. U. Xavier (Luisiana). Una mujer murió y dos hombres resultados heridos en un tiroteo indiscriminado en la zona de estacionamiento de este campus universitario luego de una graduación de estudiantes de secundaria. No se identificó al atacante.
Mayo 24. Uvalde (Texas). 19 estudiantes de la escuela primaria Robb y dos de sus maestras fueron asesinados por el joven Salvador Ramos que con un rifle de asalto irrumpió en el lugar tras disparar, minutos antes en su lugar de residencia a su abuela. La policía lo abatió en el salón de clase que se atrincheró y donde algunos niños se salvaron haciéndose “los muertos”.
Mayo 14. Buffalo (Nueva York). Un hombre armado blanco, Pauton Gendron de 18 años, mató a diez personas negras dentro del supermercado Tops Friendly Market en un ataque por motivos raciales e hirió a tres más. Está acusado de terrorismo interno y diez cargos de asesinato en primer grado.
Mayo 9. Tuscaloosa (Alabama). Cinco personas resultaron heridas durante un tiroteo en un área común en este conjunto residencial. No hubo víctimas ni heridos. El sospechoso de 17 años fue arrestado.
Mayo 1. Lafayette (Luisiana). Doce personas resultaron heridas en un tiroteo en el centro de la ciudad. La policía hirió al atacante.
Abril 20. Duluth (Minnesota). Cuatro personas, entre ellas dos niños fueron asesinados ens u vivienda. El pistolero fue abatido por las autoridades.
Abril 12. Ciudad de Nueva York. Un hombre de 62 años activó una bomba de fuego y abrió fuego en un tren del metro de la ciudad. 23 personas resultaron heridas y el atacante fue detenido horas después.
Abril 3. Sacramento (California). En un hecho que fue relacionado con guerra de pandillas, seis personas murieron baleadas en un tiroteo.
Marzo 12. Baltimore (Maryland). En ataque selectivo, cuatro hombres que estaban en un automóvil fueron baleados, tres de ellos fallecieron.
Febrero 28. Sacramento (California). En visita supervisada y cuando estaban en oficio religioso, un hombre asesinó a sus tres hijos y su acompañante.