El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que no busca "aventuras" en el Mediterráneo oriental, en alusión a las exploraciones turcas en aguas cuya soberanía reivindica Grecia, y abogó por el "diálogo" para resolver la disputa territorial entre ambos países.
"La solución en el Mediterráneo oriental es a través del diálogo y de la negociación. No estamos buscando una aventura innecesaria o avivar tensiones", dijo Erdogan.
No obstante, al mismo tiempo defendió como "legítimas" las exploraciones petroleras realizadas por Turquía con base al acuerdo bilateral con Libia. "No es Turquía quien está aumentando las tensiones en el Mediterráneo oriental, sino la mentalidad griega y grecochipriota", afirmó.
Erdogan hizo estas declaraciones horas después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara el despliegue de dos cazas, una fragata y un portahelicópteros anfibio en el Mediterráneo oriental en respuesta a "las decisiones unilaterales de Turquía en materia de exploración petrolera".
El lunes, las autoridades de Turquía volvieron a desplegar el buque de prospección 'Oruc Reis' en el Mediterráneo oriental para la realización de actividades de exploración en lo que Grecia considera su zona económica exclusiva.
Por su parte las autoridades egipcias han señalado que el acuerdo de demarcación marítima alcanzado con Grecia y que establece una zona económica exclusiva entre ambos países supone un "punto de inflexión" en sus relaciones bilaterales.
Tras una conversación entre el presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, y el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, el portavoz de la Presidencia egipcia Basam Rady trasladó la satisfacción expresada por ambas partes durante la llamada.
"El acuerdo contribuye a alcanzar una seguridad y estabilidad en el Mediterráneo oriental", aseguró el Gobierno egipcio ante la reanudación, esta misma semana, de las actividades de prospección por parte de Turquía en la zona.
Grecia y Egipto acordaron, además, impulsar la coordinación en este sentido "teniendo en cuenta los intereses y las posturas en común de los dos países", tal y como indicó Rady.
El Gobierno griego ha pedido en reiteradas ocasiones a las autoridades turcas acabar con sus "acciones ilegales" al sur de la isla de Castelorizo, en el Egeo, y ha descrito las operaciones como una nueva y grave "escalada" de tensión que expone el papel "desestabilizador y amenazante" de Turquía.
Erdogan, también acusó a su homólogo francés, de intenciones "colonialistas" en Líbano, calificando su visita reciente a Beirut como un "espectáculo", en un contexto de tensiones crecientes entre Ankara y París.
Por su parte Estados Unidos también expresó su preocupación por el despliegue militar francés en el Mediterráneo para apoyar a Grecia ante los reclamos gasísticos de Turquía y subrayó que se produce en un contexto de escasa cooperación entre París y Ankara.
El ejército estadounidense está "preocupado por los incidentes que ocurren en el Mediterráneo oriental", indicó un portavoz del Departamento de Defensa, Jonathan Hoffman. Francia y Turquía son "dos aliados muy importantes de la OTAN y nos gustaría ver una reducción de las tensiones", añadió Hoffman en rueda de prensa.
Finalmente el presidente turco advirtió que cualquier ataque contra un navío turco que haga exploraciones en la zona se pagará con un "alto precio", tras insinuar que ya se produjeron estos incidentes.