La declaración del presidente Donald Trump, en el sentido de que está abierto a reunirse con el mandatario venezolano Nicolás Maduro, hizo suponer un giro de 180 grados su política frente al país suramericano, sin embargo, posteriormente aclaró que “sólo se reuniría para discutir una cosa: su salida pacífica del poder” y acotó que siempre estará contra el socialismo y a favor de la libertad del pueblo de Venezuela”.
Pese al apoyo firme que el gobierno de Trump ha dado a Guaidó, el medio a quien se concedió la entrevista aseguró que el presidente norteamericano mostró sus reservas hacia el dirigente opositor y su desempeño y según ellos indicó “que no tiene mucha confianza" en él.
Las declaraciones de Trump fueron aprovechadas por miembros del partido demócrata para criticar una supuesta incoherencia de la política exterior del mandatario. El tema de Venezuela es importante en la campaña presidencial en curso, ya que puede incidir en el voto en Florida, un estado clave para asegurar la elección, donde hay una importante población de latinos y venezolanos sensibles al tema.
Como se recordará Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, se autoproclamó presidente interino del país en enero de 2019 y ha sido reconocido como tal por cerca de 60 gobiernos, encabezados por el del actual mandatario estadounidense, que consideran ilegítimo el segundo gobierno de Nicolás Maduro por las irregularidades en las elecciones de 2018.
Estados Unidos lidera desde enero de 2019 una campaña internacional para sacar del poder a Maduro, a quien atribuye corrupción generalizada y graves abusos a los Derechos Humanos, así como la debacle económica de la otrora potencia petrolera. En febrero, Trump recibió con honores en la Casa Blanca a Guaidó, que dos días antes había acudido como invitado al discurso anual del mandatario sobre el estado de la Unión en el Capitolio, durante el cual recibió una ovación de pie tanto de los republicanos como de los demócratas. En ese momento, Trump prometió "aplastar" la "tiranía" de Maduro. Pero, a pesar de una batería de sanciones y un embargo de facto a las exportaciones de crudo, Maduro sigue en el poder con apoyo de la jerarquía militar y de Cuba, Rusia y China.
En una escalada de la presión, Washington inculpó en marzo a Maduro por "narcoterrorismo", y ofreció hasta 15 millones de dólares por información que permita su arresto. Éste a su turno le ha recriminado estar detrás de un plan para hacerse con el poder en Venezuela a través de incursiones armadas y movimientos internos como el que encabeza Guaidó.
Quién representa al pueblo venezolano
A la polémica desatada por las declaraciones del presidente Trump se suma el hecho de que un tribunal de comercio de Londres empezó a examinar ayer a quién, entre Nicolás Maduro y Juan Guaidó, considera legítimo representante del pueblo venezolano, como paso previo para decidir sobre la devolución de mil millones de dólares en oro depositados en el Banco de Inglaterra.
Como se recordará el Banco Central de Venezuela (BCV) presentó una querella ante un tribunal de comercio de Londres para recuperar más de 30 toneladas de oro que tiene depositadas en la institución británica y asegura necesitar para luchar contra el coronavirus. El Banco de Inglaterra, sin embargo, afirma verse atrapado entre esta solicitud y la postura de la entidad homóloga, nombrada por Guaidó, a quien el Reino Unido considera como presidente hasta que se puedan celebrar elecciones.
Por eso, antes de abordar la cuestión de la devolución del oro, se decidió que primero se determine, en una causa a parte, a quién reconoce el tribunal como legítimo representante de la república venezolana, propietaria última de los lingotes. Los abogados del BCV aseguran que el presidente de la Asamblea Nacional sólo reemplaza al jefe de Estado en situaciones de incapacidad por muerte, renuncia, destitución judicial o inhabilidad y cómo estas condiciones no se cumplen la junta “ad hoc” nombrada por Guaidó no tiene autoridad.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, está sumida en una debacle económica, con severa escasez de alimentos y medicinas y colapsos en el suministro de agua y electricidad, que ha forzado a millones de personas a abandonar el país en los últimos años.
La existencia de dos "presidentes" rivales ha dificultado que el ejecutivo de Caracas pueda acceder a los fondos que el país tiene en el sistema financiero internacional, incluso en plena pandemia de covid-19, que ha causado oficialmente unas decenas de muertos en el país.
El régimen de Maduro lleva año y medio, mucho antes de la aparición del virus, intentado sin éxito repatriar el oro guardado en Londres, pero Guaidó ha escrito dos veces a las autoridades británicas, para pedirles que no se lo entreguen. En cualquier caso se ha conocido que la eventual entrega de los lingotes puede prolongarse más allá de septiembre de este año. Como garantía de que, si obtiene el oro, el fruto de su venta se dedicará a combatir el coronavirus y no a otros fines, el BCV negoció que el dinero se transfiera directamente al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
"Esta es una emergencia humanitaria" y "la intransigencia del Banco de Inglaterra está poniendo vidas en peligro", denunció el equipo que representanta legalmente en Londres del BCV y quienes afirmaron que “pese a otorgar autoridad interina a Guaidó, el gobierno británico no ha negado la legitimidad al régimen de Maduro con quien "mantiene contactos diplomáticos". Así, Londres sigue registrando como embajadora de Venezuela a Rocío del Valle Maneiro. Y aunque Guaidó nombró a Vanessa Neumann como su representante, esta "no pudo presentar sus credenciales a la reina y trabaja desde su domicilio privado" en la capital británica. Por su lado, el abogado de la junta “ad hoc”, defiende que la Corte Suprema de Venezuela, que determinó como ilegales e inválidos los nombramientos hechos por Guaidó, "no es un tribunal independiente".
Se espera que los fondos que el gobierno esperaba para el mes de julio, puedan ser utilizados en virtud del acuerdo suscrito recientemente entre Maduro y Guaidó para buscar recursos contra la pandemia. Aunque el banco de Inglaterra no proporciona información de sus clientes, numerosas fuentes hablan de 31 toneladas, a pesar de que Maduro afirmó que eran 80. Venezuela posee 161,2 toneladas de oro y se afirma que al menos 97 de ellas están en Caracas, lo que plantea dudas a la urgencia de la solicitud.