El presidente Donald Trump responsabilizó este sábado a los demócratas por la muerte de dos niños guatemaltecos bajo custodia de la patrulla fronteriza estadounidense, en medio de un enfrentamiento político por el cierre parcial del gobierno.
"Cualquier muerte de niños u otras personas en la frontera es estrictamente culpa de los demócratas y de su patética política migratoria que permite a las personas hacer el largo viaje pensando que pueden ingresar ilegalmente a nuestro país", escribió el mandatario en Twitter.
"No pueden. Si tuviéramos un Muro, ¡ni siquiera lo intentarían!", agregó.
La muerte de dos pequeños guatemaltecos -un niño de ocho años fallecido el 24 de diciembre y una niña de siete años fallecida el 8 de diciembre- mientras se encontraban detenidos tras cruzar la frontera desde México de forma ilegal levantó una ola de críticas.
Guatemala ha pedido una "investigación clara" de lo ocurrido.
"Los niños estaban muy enfermos antes de ser entregados a la patrulla fronteriza", afirmó Trump, asegurando que el padre de la niña "no le había dado agua en días", contradiciendo las informaciones de varios medios que citan a la familia.
"La patrulla fronteriza precisa el Muro y todo terminará", subrayó.
Para contener la inmigración, Trump quiere construir un muro en la frontera con México, cuyo presupuesto de unos 5.000 millones de dólares es objeto de pugna con la oposición demócrata que ha provocado el cierre parcial del gobierno federal desde el 22 de diciembre.
Más temprano este sábado, el mandatario afirmó que el próximo movimiento para solucionar el cierre del gobierno debe ser dado por lo demócratas.
"Estoy en la Casa Blanca, esperando que los demócratas vengan y hagan un acuerdo sobre Seguridad Fronteriza", tuiteó el presidente, que ya había prometido que no cederá hasta que consiga los fondos para el muro.
Pero los miembros del Congreso, la mayoría de ellos de vacaciones, siguen manteniendo un perfil bajo y no mostraron signos de una inminente solución.
Medidas extraordinarias
La secretaria de Seguridad Interior, Kirstjen Nielsen, se encontraba en Yuma, Arizona, en el segundo día de una visita para observar de primera mano las operaciones fronterizas, luego que la semana pasada afirmara que se tomarán medidas "extraordinarias" para hacer frente al creciente número de niños migrantes en custodia.
"Bajo mi mando, todos los niños que estén en custodia en el servicio de vigilancia de fronteras, van a ser sometidos a un examen médico exhaustivo", había indicado la funcionaria.
Felipe Gómez de ocho años, que falleció tras presentar fiebre, había salido junto a su padre de la localidad indígena maya-chuj de Nentón, en el oeste de Guatemala, y ambos fueron detenidos el 18 de diciembre tras cruzar clandestinamente la frontera por la ciudad de El Paso, en Texas.
Esta muerte se sumó al fallecimiento el 8 de diciembre de la niña Jakelin Caal bajo similares circunstancias, tras haber sido detenida junto a su padre el 6 de diciembre.
Nielsen señaló que en los últimos dos meses los agentes han detenido a 140.000 personas en la frontera sur, frente a una cifra de 75.000 en el mismo periodo de 2017.
"Más con menos"
El muro prometido por Trump se encuentra en el centro del impás presupuestario que ha provocado el cierre parcial del gobierno federal.
El presidente exige que la ley de finanzas prevea 5.000 millones para su construcción, algo que los demócratas rechazan proponiendo, a cambio, unos 1.000 millones para otras medidas de seguridad fronterizas.
Sin los 5.000 millones, Trump asegura que no firmará las leyes de financiación del 25% de las administraciones federales.
Kirstjen Nielsen afirmó el sábado: "Si el Congreso actúa(...), podríamos solucionar esta crisis a partir de mañana, peor en lugar de eso, seguimos haciendo más con menos".
El viernes Trump amenazó con cerrar la frontera si "los demócratas obstruccionistas" seguían sin querer financiar la construcción del muro.
La pelota está en el campo del Senado, que reanudará el examen de una ley presupuestaria el 2 de enero.
Este "shutdown" es el tercero del año, después de uno en enero que duró tres días, y otro en febrero que duró algunas horas. El precedente, en octubre de 2013, duró 16 días mientras el récord, de 21 días, se remonta a 1995-96.