El gobierno de Donald Trump anunció la prohibición en Estados Unidos de la mayoría de los cartuchos aromatizados para cigarrillos electrónicos, sin llegar a la veda total con la que se había comprometido en septiembre.
La Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) anunció que a partir de febrero no se permitirá la venta de las recargas con aromas distintos a tabaco y mentol, salvo que hayan obtenido una autorización específica de las autoridades. El objetivo es prevenir el vapeo entre los más jóvenes, dijo el secretario de salud Alex Azar.
La industria del tabaco y del vapeo se movilizó todo el otoño boreal ejerciendo presión sobre Trump para que diera marcha atrás en su compromiso, advirtiéndole del costo potencial de empleos en el sector y de votos durante las próximas elecciones presidenciales. A fines de noviembre, el Congreso aprobó una ley que aumentó de 18 a 21 años la edad mínima para comprar productos de vapeo, texto que entrará en vigencia después del verano.
El compromiso anunciado el jueves por la FDA inicialmente dejará en el mercado cigarrillos electrónicos que no funcionan con este tipo de cartuchos y que se venden principalmente en tiendas especializadas, las "vape shops".
“Son los sistemas de cartuchos y cápsulas los que crearon el problema, eso es lo que atrae a los niños", dijo Azar en una conferencia telefónica. "Los niños en su mayoría no usan sistemas de tanque abierto".
"Nuestro objetivo es ver si los cigarrillos electrónicos pueden servir como una salida para los fumadores adultos que son adictos a los cigarrillos combustibles (convencionales), creemos que es una posibilidad", dijo.
El mismo ministro había anunciado en septiembre, después de una reunión en la Oficina Oval con Trump, que se prohibirían todos los sabores, inclusive el mentol, para frenar el vapeo entre los jóvenes. Al final del verano, un pico de enfermedades pulmonares graves y en algunos casos fatales vinculadas al vapeo incrementó la preocupación general causada por el éxito de la empresa Juul entre los jóvenes.
Según la encuesta gubernamental sobre el tabaco de 2019, 27,5% de los estudiantes de nivel secundario dijo haber vapeado en los últimos 30 días, en comparación con 11,3% en 2016.
Tras el anuncio este jueves se desató una gran presión de la industria del tabaco y del vapeo para que el gobierno retroceda, argumentando consecuencias electorales para el presidente, que buscará la reelección en noviembre. Trump había dicho que se contentaría con aumentar la edad legal de 18 a 21 años para comprar productos de vapeo.
"Nos ocuparemos de la industria", dijo el martes por la noche. A fines de diciembre, el Congreso estadounidense votó a favor de subir la edad legal del consumo a 21 años, lo que debería aplicarse para septiembre en todo Estados Unidos. Hasta ahora, solo 19 de los 50 estados han adoptado esa edad mínima.
Al hablar para un grupo antitabaco y funcionarios de salud, Matthew Myers, presidente de la campaña por Niños sin Tabaco, expresó preocupación por la nueva normativa. Según dijo, "crea una escapatoria gigante que beneficiará a las actuales compañías tabacaleras". Nancy Brown, directora ejecutiva y presidenta de la American Heart Association, lo calificó como "una gran victoria para la firma Juul, las tiendas de vapeo y el resto de la industria del cigarrillo sobre el interés" del país.
Tiendas de vapeo, salvadas
El nuevo panorama regulatorio para el vapeo se está volviendo más claro tras años sin restricciones. Desde 2016, la FDA tenía autoridad sobre el vapeo y se requería una autorización para la venta de productos. Pero la agencia federal había decidido no aplicar esta regla, con la esperanza de que el vapeo fuera una solución para quienes quisieran dejar de fumar.
El Reino Unido ha adoptado esta posición. Ahora la FDA hará cumplir la prohibición, pero de manera selectiva. De aquí a febrero, los cartuchos aromatizados que no sean tabaco y mentol serán prohibidos.
Sus fabricantes podrán solicitar autorización si quieren distribuirlos. Para todos los demás productos, los fabricantes y distribuidores, incluidas las "tiendas de vapeo" que hacen mezclas, deben presentar una solicitud de autorización antes de mayo.
Mientras tanto, podrán continuar sus ventas hasta 12 meses después de la presentación de la solicitud. Todos tendrán que demostrar un interés de salud pública, y que sus productos no están dirigidos a los jóvenes.
Este esquema "debería tener un impacto mínimo en las tiendas de vapeo" que se centran en vapeadores de tanques y que controlan bien la edad de sus clientes, dijo Mitch Zeller, director del centro de tabaco de la FDA