El republicano Dan Sullivan se une a las crecientes filas de titulares de su partido que han revalidado con éxito los escaños a los que los demócratas apuntaron este año en sus esfuerzos por ganar la mayoría en el Senado. El partido opositor le apuesta ahora a las dos elecciones de segunda vuelta en Georgia en enero como la única oportunidad que les queda para poder ganar la mayoría en la cámara alta.
Sullivan, elegido por primera vez en 2014, destacó su historial en el Senado para argumentar que ha cumplido con los habitantes de Alaska y mostró a Gross como un liberal de extrema izquierda.
El demócrata, por su parte, atacó el historial de Sullivan en Washington y enfatizó su propia experiencia como médico para transmitía el mensaje de que trabajaría para mejorar la asequibilidad y el acceso a la atención médica en medio de la crisis del coronavirus.
Gross le apostó a anunciar fuertes sumas de dinero y poner como ejemplo su recaudación de fondos, pero eso no fue suficiente para derrocar al senador republicano.
La victoria de Sullivan llega cuando el camino para que los demócratas ganen la mayoría se ha estrechado significativamente y todos los ojos están puestos en Georgia, estado que avanza a una segunda vuelta entre la senadora republicana Kelly Loeffler y el demócrata Raphael Warnock. También se espera que el otro escaño del Estado, entre el senador republicano David Perdue y el demócrata Jon Ossoff, llegue a una segunda vuelta, aunque no se ha anunciado oficialmente esa eventualidad.
El escenario de la segunda vuelta significaría semanas de intensas y frenéticas campañas en las que indudablemente el dinero fluiría a gran velocidad desde todo el país.
El Partido Republicano, al cual pertenece el presidente Donald Trump, retuvo un escaño adicional en el Senado de Estados Unidos ayer, con la victoria en Alaska, lo cual le coloca a un escaño de la mayoría en la cámara alta del Congreso.
Sullivan fue reelegido fácilmente, con más del 57% de los votos. Su victoria confirma el buen desempeño del Partido en las elecciones al Congreso, que se celebraron el 3 de noviembre.
Con este triunfo, los republicanos acumulan 50 escaños contra 48 de los demócratas en esta cámara de 100 curules razón por la cual las elecciones en el conservador estado de Georgia son definitivas.
Los demócratas tendrían que ganar esos dos escaños para alcanzar a los republicanos y darle a Biden más libertad para implementar su política durante su administración, considerando que sería la vicepresidenta electa Kamala Harris quien decidiría las votaciones en caso de empate 50-50.
En Estados Unidos no se puede aprobar ninguna ley sin la luz verde de la Cámara Alta, que también tiene el poder de aprobar los nombramientos del presidente: sus ministros, embajadores y jueces, incluso ante la Corte Suprema. /Redacción internacional con AFP
Por otra parte el presidente Trump, se anotó ayer el estado de Alaska, obteniendo los tres votos en el Colegio Electoral que este otorga.
Trump se niega a reconocer su derrota en las elecciones del 3 de noviembre frente a Biden pues asegura que hubo fraude.
"Habrá una transición sin problemas, a una segunda administración Trump", dijo Pompeo el martes durante una conferencia de prensa por momentos tensa, mientras que el senador republicano Mitch McConnell dijo que el presidente estaba "100% en su derechos" de impugnar la elección en los tribunales.
"Simplemente creo que es embarazoso, francamente", dijo a su turno Biden cuando se le preguntó qué pensaba sobre la negativa del presidente a reconocer la derrota.
"El hecho de que no estén dispuestos a admitir que ganamos a esta altura no tiene mayor consecuencia en nuestra planificación", aseguró Biden, que ya trabaja para preparar su asunción al cargo sin que se conozcan los resultados oficiales ni el destino de las demandas interpuestas.