Trump asoma y estremece el escenario político de EE.UU. | El Nuevo Siglo
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Domingo, 31 de Julio de 2022
Redacción internacional

DEJÓ la Casa Blanca hace año y medio, pero se mantiene intacto como el principal referente político en Estados Unidos, tanto para sus copartidarios republicanos como para los demócratas.  Amado por unos y odiado por otros, su fuerza electoral es tal que podría presentarse por tercera vez a las elecciones presidenciales, con alta probabilidad de ganar.

Es el exmandatario Donald Trump que con un ojo en el 2024 empezó semanas atrás retomó su agenda política con participación en asambleas partidistas y mitines para apoyar a los candidatos que participarán en noviembre en los “midterm”, las elecciones que se celebran en la mitad del mandato presidencial para renovar 33 curules de Senado y la totalidad de la Cámara de Representantes (435), donde según las encuestas los republicanos podrían recuperar el control en ambas corporaciones.

Liderados por el presidente Joe Biden, cuya popularidad ha caído al 34%, los demócratas están en alto riesgo de perder la escasa mayoría que tienen en la Cámara baja y la paridad en el Senado, lo que sería un duro revés para el gobierno que en este año y medio de mandato ha visto frustrados ambiciosos y multimillonarios proyectos por la monolítica oposición conservadora.

Esta semana regresó a Washington para pronunciar un discurso en la cumbre America First Agenda en el que aseguró que el próximo presidente será republicano y presentó el plan de acción a seguir tanto a mediano como a largo plazo que debe centrarse en soluciones reales a los problemas actuales con una agenda enfocada a combatir el crimen, reforzar las políticas de inmigración, la patrulla fronteriza, abordar la inflación récord y bajar los precios del gas.
"Estoy aquí antes que ustedes para comenzar a hablar sobre lo que debemos hacer para lograr ese futuro cuando obtengamos una victoria triunfal este 2022 y cuando un presidente republicano recupere la Casa Blanca en 2024, lo cual creo firmemente que sucederá", dijo el exmandatario republicano que, a sus 76 años, evidencia vitalidad física y claridad mental.

Trump defendió sus acciones como jefe de Estado, criticó al actual presidente Joe Biden y a los legisladores demócratas, especialmente en los temas de mayor preocupación ciudadana: alta inflación, creciente inseguridad y aumento de migración ilegal.

Sin confirmar si se presentará a la presidencial, su discurso fue el de un candidato en campaña tanto su tono, ímpetu y decisión como por la agenda que presentó.

"Me presenté la primera vez y gané. Luego me presenté por segunda vez y lo hice mucho mejor. Obtuvimos millones y millones de votos más (...) Es posible que tengamos que hacerlo de nuevo", sostuvo en medio del cerrado aplauso de los asistentes al evento organizado por la ONG Instituto Político América Primero (AFPI, por sus siglas en inglés).

Durante 90 minutos, interrumpido en varias ocasiones por la ovación de legisladores republicanos, exfuncionarios de su gabinete, funcionarios de la administración, así como de donantes y simpatizantes, denunció el alarmante aumento del crimen, defendió el derecho ciudadano a tener armas, respaldó a la policía, presentó sus planes para la seguridad pública y criticó al comité congresional que investiga su papel en los disturbios en el Capitolio, ocurridos en enero del 2021.

“Nuestro país ahora es un pozo negro de delincuencia”, dijo Trump, culpando a los demócratas por dejar a la nación en un estado terrible, especialmente en lo que respecta a la seguridad pública y agregó que "tenemos sangre, muerte y sufrimiento en una escala que alguna vez fue impensable debido al esfuerzo del partido Demócrata por destruir y desmantelar las fuerzas del orden".

Citando que la tasa de homicidios en Estados Unidos aumentó un 51%, aseguró que el crimen "ha puesto de rodillas" a Estados Unidos. Trump reiteró su intención en darle a la policía el poder de hacer que Estados Unidos sea más seguro.

"Tenemos que dejar en paz a nuestra policía", dijo, enfatizando su deseo de restablecer las políticas de "Stop and frisk", es decir, que la policía pueda detener temporalmente, interrogar y registrar a civiles y sospechosos en la calle.

“Dejen que las personas que tienen que tener armas, que necesitan tener armas, que las tengan… quiten las armas a los criminales que no deberían tener armas” aseguró el multimillonario, quien también pidió contratar más agentes del orden para ser más efectivos en la lucha contra la delincuencia.

“Nuestro país se está yendo al infierno y se está yendo al infierno muy rápido. Es un lugar muy inseguro”, fue otra de las frases más aplaudidas de su intervención.

También se refirió a la comisión que investiga el asalto al Capitolio, asegurando que la intención del comité es la de dañar su imagen para evitar que "vuelva a trabajar" para el Partido Republicano y sus votantes.

"Realmente quieren dañarme para que ya no pueda volver a trabajar para ustedes, y no creo que eso vaya a suceder", dijo sobre el trabajo del comité del 6 de enero, tras lo que recibió una cerrada ovación de la sala. "Si me quedara en casa y me lo tomara con calma, la persecución de Donald Trump se detendría de inmediato. Se detendría. Pero eso no es lo que haré", añadió.



De otra parte, arremetió contra la investigación sobre la influencia de Rusia en las elecciones de 2016 que marcó sus primeros días al frente de la Casa Blanca.

Le ganaría a Biden

El discurso de Washington no sólo confirmó que Trump -como lo dijo semanas atrás 'New York Magazine'- ya tomó la decisión de ser candidato, sino el impacto que tendrá en la carrera presidencial, máxime si su rival es Biden.

Omnipresente en la escena política desde hace seis años, el exmandatario republicano conserva el apoyo de las bases partidarias y gran parte de la dirigencia, lo que habría llevado a algunos dirigentes a resignar sus aspiraciones. Por ahora se sabe que quien fuera su vice, Mike Pence, hace campaña para nominarse y ha marcado distancia con su otrora jefe.

Trump dijo en entrevista a la mencionada publicación que la única duda que tiene es cuando oficializará su aspiración presidencial. "Diría que mi gran decisión será si voy antes o después (..) ¿Voy antes o después? Esa será mi gran decisión", sostuvo el exmandatario refiriéndose a las elecciones del próximo noviembre.

Esas palabras al igual que el reciente discurso en Washington inquietan a la dirigencia demócrata que por ahora no visualizan un candidato fuerte para enfrentar a Trump y frustrar su aspiración de retornar a la Casa Blanca.

Meses atrás habían considerado que podía ser la actual vicepresidenta Kamala Harris, pero el bajonazo en su popularidad y gestión han jugado en su contra.

De igual forma el tempranero anuncio de Biden de que “tiene la intención de postularse” para el 2024, modificó la visual de su partido que no habría contemplado tal posibilidad primero por su edad (cumplirá 80 este 20 de noviembre) y, segundo, por su la pérdida constante en el respaldo popular.

Biden aseguró en marzo que se sentiría "muy afortunado" de enfrentarse a su antecesor en las próximas elecciones, pero la realidad política y la crisis económica lo alejan de ese escenario.

En el hipotético caso que ocurriera un duelo presidencial Biden y Trump, el expresidente se impondría claramente por un 44 por ciento frente a un 39 por ciento de votos, según una encuesta publicada hace pocos días por la Universidad de Emerson College y recogida por el diario 'The Hill'.

Así las cosas, los demócratas por ahora concentrados en no tener el revés vaticinado en las ‘midterm’ concentrarán luego sus esfuerzos en buscar un candidato con potencial real para darle la pelea a Trump quién, como lo señaló en el cierre de su discurso se “está preparando para un regreso increíble porque debemos hacer que Estados Unidos sea más fuerte, seguro, libre y más grande”. En resumidas palabras como el eslogan de sus anteriores campañas: “América First”.