El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó a su canciller gestionar una "conversación personal" con el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, quien le impuso sanciones por avanzar en una Asamblea Constituyente.
"Inicie gestiones, canciller, para que yo tenga una conversación personal con Donald Trump, inicie gestiones para tener una conversación telefónica con Donald Trump", instruyó Maduro al ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, en un discurso frente a la Constituyente.
El mandatario socialista también ordenó tramitar una reunión con Trump, "si se da" su viaje a Nueva York por la Asamblea General de Naciones Unidas el próximo 20 de septiembre.
"Si está tan interesado en Venezuela, aquí estoy yo, aquí está el jefe de su interés (...), acá está mi mano", afirmó Maduro.
Acusando al gobernante venezolano de ser un "dictador", el Tesoro norteamericano congeló el 1 de agosto todos los activos que pueda tener en Estados Unidos, un día después de la elección de la Constituyente.
Washington también impuso sanciones similares a una veintena de funcionarios y excolaboradores del gobierno desde finales de julio, en rechazo a la asamblea que reescribirá la Constitución y que Trump desconoce junto con la Unión Europea y una decena de países latinoamericanos.
Argumentando que la iniciativa es un fraude para perpetuar a Maduro en el poder, la oposición venezolana se negó a participar en las elecciones de la Constituyente, acusando a ese suprapoder de buscar instaurar un régimen comunista en el país petrolero.
Pese a llamar a un diálogo con Trump, Maduro vinculó a Washington con el ataque perpetrado el pasado domingo por un comando de 20 hombres armados contra una guarnición militar en la ciudad de Valencia (norte), que dejó dos muertos y ocho detenidos.
"Han vuelto los métodos brutales de golpe de Estado (...). El asalto terrorista al Fuerte Paramacay, repelido por la Fuerza Armada Nacional, es la expresión de la nueva era Trump", aseguró.
Maduro planteó además "impugnar" las sanciones ante la justicia estadounidense.
El presidente ofreció un discurso ante la Constituyente, que sesionó en el Palacio Legislativo, sede del Parlamento de mayoría opositora.
En su intervención, Maduro se subordinó a esta instancia que regirá al país al menos por dos años, más allá del fin de su mandato en enero de 2019.
"Vengo a reconocer sus poderes plenipotenciarios, soberanos, originarios y magnos (...). Como jefe de Estado me subordino a los poderes de esta Asamblea Nacional Constituyente", expresó.