La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Indira Alfonzo, aseguró que "todo está dispuesto" para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
"Todo está dispuesto, solo faltas tú con tu voto, con tu decisión", señaló Alfonzo, incidiendo en que la autoridad electoral ha llevado a cabo "el trabajo encomendado" con "disciplina" y "responsabilidad".
El CNE realizó una auditoría de las máquinas de votación que se usarán durante la jornada electoral, con el objetivo de validar y replicar todas las etapas del proceso. La muestra era del 0,5% de las mesas de votación y más del 90% de las máquinas ya se encuentran habilitadas para el día de las elecciones.
En este sentido, Alfonzo subrayó que se han dispuesto más de 30.000 mesas de votación en todo el país, repartidas en 14.200 colegios electorales. "Cada ejercicio electoral es un ejercicio de paz, lo estamos demostrando y lo demostraremos con tu voto".
El Parlamento unicameral venezolano está controlado por la oposición desde los comicios del 6 de diciembre de 2015, si bien 'de facto' la Asamblea no tiene poder, después de que tanto el Gobierno de Nicolás Maduro como las instituciones afines, entre ellas el Tribunal Supremo de Justicia, le hayan intentado quitar legitimidad en estos últimos años.
Cinco años después de esa cita, el 6 de diciembre de 2020, los venezolanos están llamados de nuevo a las urnas para renovar una cámara que tiene hoy como principal exponente a su presidente, Juan Guaidó, reconocido por medio centenar de países como el jefe de Estado legítimo de Venezuela tras las controvertidas elecciones presidenciales de 2018.
Llamado a votar
Maduro llamó a votar a los venezolanos para "recuperar la Asamblea Nacional" en las elecciones parlamentarias.
En una serie de declaraciones, el mandatario instó a todos los sectores populares a "ejercer el derecho a voto" el próximo domingo.
"No nos debemos confiar, todo el mundo debe salir a votar para recuperar la Asamblea Nacional", aseguró antes de recordar que la maquinaria revolucionaria "tiene ultimados todos los detalles para devolver la dignidad a la Asamblea".
En este sentido, dijo que "quien no vota, peca". "Si usted no decide, otros deciden por usted". En relación con la pandemia y las medidas de seguridad, Maduro afirmó que "mañana inician las cuatro semanas de flexibilización segura y la reactivación de 53 sectores económicos".
Venezuela saltó de meses de confinamiento a actos callejeros con multitudes que gritan consignas y bailan. Con la campaña los insistentes llamados a respetar el distanciamiento y usar mascarillas para frenar el covid-19 quedaron en el olvido.
Desde marzo, en un país en su séptimo año de recesión consecutivo, Maduro decretó una cuarentena que restringió actividades económicas, clases presenciales, celebraciones religiosas, visitas a parques, vuelos comerciales, desplazamientos entre regiones e incluso fiestas privadas.
"Cero rumbas, cero fiestas, cero cañandonga (licor)", clamaba el mandatario tras declarar un estado de alarma, subrayando que la "única medicina" contra el covid-19 era la cuarentena y el tapabocas y emprendiendo una cruzada para que los venezolanos se quedaran en casa.
En contraste, el pasado 3 de noviembre, con una lluvia de papelillos cayendo desde una gran tarima, candidatos del oficialismo, entre ellos Cilia Flores, la esposa de Maduro, se dirigieron a una multitud que bailaba y agitaba pancartas en una plaza de Caracas.
El evento, tras ocho meses de prohibición de actos públicos, marcó el inicio de una campaña que dio luz verde a multitudinarias concentraciones en estadios, plazas y avenidas.
Ello, cuando el gobierno socialista reporta más de 101.700 contagios y casi 900 muertes por coronavirus en este país de 30 millones de habitantes, cifras cuestionadas por la oposición y oenegés.
Preocupados, gremios de salud del petrolero estado Zulia, uno de los más afectados por el covid-19, suscribieron el 24 de noviembre un comunicado conjunto de "alerta sanitaria" en el que clamaban la "prohibición" de eventos que impliquen "aglomeraciones".