Este domingo se celebrarán las elecciones municipales en Brasil. Según los principales sondeos los comicios serán la oportunidad para que en el país se consolide el giro a la centro derecha que se inició con la elección de Jair Bolsonaro en Presidencia en 2018.
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La cita a las urnas para que los brasileños elijan a los alcaldes y concejales de los más de 5.500 municipios del país estará marcada, además, por la pandemia, lo que podría afectar la afluencia de votantes, sobre todo en uno de los países más golpeados por el covid-19 en materia de contagios y decesos.
Las elecciones municipales, en las que se espera que más de 150 millones de ciudadanos elijan alcaldes, vicealcaldes y concejales en los 5.568 municipios, se realizarán a dos vueltas. Así, en aquellas localidades en las que ningún candidato consiga más de la mitad de los votos habrá un balotaje programado para el 29 de noviembre próximo.
La consolidación de un mapa político más hacia la derecha sería sin duda una victoria para las políticas de Bolsonaro y podría ir allanando el camino para lo que será la elección presidencial de 2022, en las que el mandatario podría presentarse para su reelección.
El hoy Presidente Jair Bolsonaro venció en 2018 al izquierdista Partido de los Trabajadores (PT). Lo hizo inscrito en el Partido Social Liberal, colectividad que abandonó durante su primer año de gobierno para anunciar la creación del movimiento Alianza por Brasil, que aún no cuenta con aval oficial.
Abstencionismo
Aunque el voto en Brasil es obligatorio, ahora con una campaña más fría que en años anteriores a causa de la pandemia y con la crisis económica como telón de fondo, analistas prevén una participación baja considerando las múltiples excepciones a las que los ciudadanos podrán acogerse y las mínimas multas a las que eventualmente estarían expuestos en caso de no acudir a la cita democrática.
Un sondeo reciente reveló que el 53% de los brasileños estaba "poco interesado" en la votación y un 27% dijo que tenía miedo de ir a las urnas por la propagación del covid-19.
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Otras voces, sin embargo, aseguran que el contexto de crisis motivará a los votantes a participar, considerando que la coyuntura los ha hecho más conscientes que nunca de la importancia del papel del Estado en la resolución de problemas y la necesidad de contar con dirigentes experimentados que puedan conducir las políticas de forma acertada y logren superar los problemas que el covid ha generado.
Es ese contexto el Partido de los Trabajadores, del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, sigue provocando altos índices de rechazo y, en general, sin alianzas con otros partidos progresistas, no parecería ser la opción favorita de los votantes.
Salpicado por los escándalos de corrupción y el juicio político de la expresidenta Dilma Rousseff, el PT vivió en las elecciones municipales de 2016 la peor derrota electoral de su historia al perder 60,2% de las alcaldías conquistadas cuatro años antes.
"A la izquierda le fue muy mal en 2016 y en 2018, y debe continuar mal. No espero un cambio significativo en esa correlación de fuerzas”, opinó George Avelino, profesor de la Fundación Getúlio Vargas.
Las proyecciones
Analistas sostienen que en estos comicios se presentará un alto nivel de candidatos reelegidos ya que muchos municipios resolverán la elección en su primera vuelta.
"Esta no será una elección de renovación", afirma Deborah Thomé, politóloga de la Universidad Federal Fluminense, opinión compartida por Felipe Nunes, profesor de la Universidad Federal de Minas Gerais, quien afirma que las municipales del domingo transcurrirán sin sorpresas a favor de los candidatos afines al Presidente.
Sin duda una ciudad que merecerá una especial atención será Rio de Janeiro, en donde Eduardo Paes, exalcalde y candidato del partido de centroderecha Demócratas, lleva la delantera con 33% de la intención de voto.
Por otra parte el Tribunal Superior Electoral (TSE) decidió ayer posponer las elecciones municipales en Macapá, capital del estado fronterizo de Amapá, debido a un gigantesco corte de energía que se prolonga desde hace nueve días.
Luis Roberto Barroso, presidente del TSE, decidió aplazar la primera vuelta de los comicios del domingo "hasta que se restablezcan las condiciones materiales y técnicas para la realización de la contienda, garantizando la seguridad de la población", según un comunicado del tribunal con sede en Brasilia, que confirmó en plenario esta resolución.
El apagón comenzó el 3 de noviembre tras el incendio de un transformador y afecta a cerca de 750.000 personas, en 13 de los 16 municipios del Estado, ubicado en la región amazónica y fronteriza con la Guayana francesa.
Desde entonces, la TV local ha mostrado personas agolpándose en los supermercados y las estaciones de servicio para comprar gasolina, que sirve para alimentar generadores particulares, o acudiendo al aeropuerto para recargar sus aparatos electrónicos.
El Ejército fue enviado para instalar generadores en puntos estratégicos, permitiendo la restauración de la electricidad en la mayoría de los barrios de Macapá desde el domingo, pero por plazos de tan solo seis horas.
"El ministro de Energía me dijo que 80% de la electricidad ya fue restablecida, pero debemos tener 100% del servicio restablecido el próximo miércoles", declaró Bolsonaro.
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El incidente ocurrió durante una tormenta, pero una investigación preliminar de la Policía descartó que el incendio fuese provocado por un rayo. Un juez ordenó congelar 9,2 millones de dólares de la empresa que administra las líneas eléctricas del Estado para responder a la crisis.