'Salpicón' de ideas para reconstruir Notre Dame | El Nuevo Siglo
AFP
Domingo, 13 de Octubre de 2019
Agence France Presse
Hay de todo, desde proyectos para que quede como antes hasta otros muy extravagantes. Las obras parecen muy lejanas y lo más urgente es evitar que la bóveda se hunda.

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DESDE un jardín suspendido hasta una aguja luminosa, las ideas para reconstruir la catedral de Notre Dame de París proliferan, a la espera de que se decida reconstruirla idéntica a la original o bien darle una impronta moderna.

El debate enfrenta a "ortodoxos", que abogan por que la catedral gótica y su emblemática aguja del siglo XIX vuelvan a renacer de sus cenizas, a "modernistas", que quieren darle un toque innovador, con el fin de que el monumento sea a la vez reflejo del siglo XXI. 

La primera opción es defendida por la mayoría de franceses según los sondeos y por el arquitecto en jefe de la catedral, Philippe Villeneuve, a cargo de la reconstrucción tras el devastador incendio del 15 de abril.

La segunda, sugerida por el gobierno francés, sería una manera de glorificar a los arquitectos, que inscribirían así su firma en la historia de este monumento histórico, cuya construcción arrancó hace ocho siglos. Si se opta por esta opción, se abrirá un concurso de proyectos.

Estas son algunas de las propuestas arquitectónicas:

- El célebre arquitecto británico Norman Foster propone un techo de vidrio. La aguja, de forma piramidal, estaría hecha de cristal y acero inoxidable. Su base estaría rodeada de una plataforma para los visitantes.

- El arquitecto Alexandre Chassang, del estudio ABH, propone una gigantesca aguja futurista de vidrio.

- El estudio italiano Fuksas propone un techo y una aguja de un vidrio parecido al cristal de Baccarat, que de noche serían iluminados desde el interior.

- El estudio eslovaco Vizum Atelier propone una delgada torre blanca prolongada por un haz de luz.

- El grafista Anthony Séjourné imagina un haz de luz efímero, que podría funcionar en Navidad.

- el arquitecto Alexandre Fantozzi, del estudio brasileño AJ6, propone una aguja recubierta de vitrales de tonos rojos.

- El gabinete francés Godart + Roussel propone una aguja metálica, dominando un techo de vidrio que albergaría una zona de paseo.

- El arquitecto ruso Alexander Nerovnya quiere aliar el vidrio a la piedra. 

- El estudio belga Miysis propone un techo de vidrio vegetal y una aguja idéntica a la original.

- El arquitecto Nicolas Abdelkader, del estudio NAB, propone un invernadero de madera y una colmena gigante. En este espacio, se abriría un centro de aprendizaje e inserción para personas en dificultades.

- El arquitecto Marc Carbonare propone una explanada gigantesca abierta al público con una aguja de piedra y un jardín.

- El diseñador francés David Deroo propone una aguja similar a la original en cuanto a su estructura pero de un blanco inmaculado.

- El diseñador francés Mathieu Lehanneur quiere recrear una gigantesca llama en recuerdo del incendio.

Un horizonte lejano

Ahí están las propuestas, pero a seis meses del incendio del emblemático e histórico lugar parisino, las obras de consolidación están resultando más complejas, peligrosas y onerosas de lo previsto. Eso sin determinar cómo será su nueva apariencia.

Habrá que esperar hasta finales de 2020 para contar con un diagnóstico completo que permita a los arquitectos abordar su restauración. Tras la licitación, la reconstrucción del monumento histórico, el segundo más visitado de Europa, podrá empezar en 2021.

La catedral ¿quedará exactamente igual que antes del incendio del 15 de abril, como desea la mayoría de franceses y el arquitecto en jefe, o bien se incluirán modificaciones arquitectónicas como defiende el gobierno?

Principalmente hay que reconstruir el techo de madera y la aguja de 93 metros de altura, uno de los símbolos de la capital francesa.

Por el momento, es imposible determinar "cuánto costará y cuánto tiempo tomará", subraya el arzobispo de París, Michel Aupetit.

El presidente Emmanuel Macron dijo que las obras para que la catedral "sea más bella que antes" debían finalizarse en cinco años, un plazo considerado como un "objetivo" aproximado por los expertos. 

Los trabajos ya sufrieron un retraso después de que tuvieron que interrumpirse durante casi un mes a finales de julio debido a un riesgo de contaminación con plomo. 

El objetivo más apremiante es descartar el peligro de que la bóveda se hunda, debido al andamio de 500 toneladas instalado alrededor de la aguja antes del incendio. La caída de una de las barras podría causar daños irreparables.

"No es que queramos asustar, es una realidad física", explica Christophe-Charles Rousselot, delegado general de la Fundación Notre Dame.

Se triplican los costos

Para impedir un desplome, se instalaron cimbras en los arbotantes. Esta medida, junto a las precauciones antiplomo y otras iniciativas no programadas inicialmente, están disparando el presupuesto de esta primera fase, que pasó de 30 millones de euros el 15 de abril, a 50 millones en junio y 85 millones actualmente.

Los trabajos para desmontar el antiguo andamio, que se pegó a la estructura del techo debido al calor de las llamas, durarán varios meses. "Se instalará otro andamio por encima para que los obreros bajen con cuerdas y corten una a una las barras", según el arzobispo.

Estas obras de consolidación no finalizarán hasta mediados de 2020. Si todo va bien, la nave podría reabrirse parcialmente al culto. 

La presencia de plomo es otra variable determinante, puesto que siguen detectándose niveles elevados en los intersticios del atrio pese a los trabajos de descontaminación.

También hay que tener en cuenta la investigación de tres jueces de instrucción, llamados a determinar las causas del incendio. Todo apunta a que no fue intencionado pero se podría señalar a los responsables de una serie de negligencias: ¿empresas privadas, diócesis, Estado?

Como un ejército en campaña, estas obras colosales necesitan una estructura y un jefe. Macron nombró al general Jean-Louis Georgelin, exjefe del Estado Mayor, para constituir los equipos, encargarse de los arbitrajes y avanzar a marchas forzadas.

A finales de 2020, se decidirá cómo se reconstruirá Notre Dame, que el año pasado recibió 12 millones de visitantes.

"Hay que rehacer la aguja de manera idéntica", declaró en junio Philippe Villeneuve, arquitecto en jefe de Monumentos Históricos y a cargo de la restauración de la catedral. El experto defendió "la gran fuerza" de este elemento del siglo XIX que se integraba perfectamente en la obra medieval precisamente porque era "intemporal".

Villeneuve se desmarcó así de la voluntad de Macron de inscribir un "gesto contemporáneo" al monumento. 

Junto a estos planes, se incluirá además la renovación de la céntrica zona en la que se halla Notre Dame, junto al río Sena.

La ola de solidaridad que suscitó el incendio se tradujo en promesas de donaciones por un total de 800 millones de euros: desde los 200 millones desembolsados por el magnate francés Bernard Arnault, propietario del grupo de lujo LVMH, al euro que ofreció un niño de ocho años.

Pero dada la prolongación de las obras, los controles sanitarios, los exigentes informes de expertos, la instalación de andamios y la alta tecnología requerida puede que al final el dinero falte.