RUSIA está dispuesta a trabajar para "salvar" el tratado sobre armas nucleares de alcance intermedio (INF, Intermediate-Range Nuclear Forces Treaty) concluido durante la Guerra Fría, del que Washington amenazó con retirarse, declaró el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov.
"Estamos como siempre listos para trabajar por salvar el tratado", declaró en conferencia de prensa anual, llamando a los países europeos a apoyar a Moscú en las negociaciones.
"Espero que los países europeos, que quizás tienen más intereses en esto que cualquier otro, hagan lo necesario para no quedarse pegados a la posición estadounidense (...) e intenten obligar a Washington a que tenga una posición más responsable", añadió.
El martes, las delegaciones de Rusia y de Estados Unidos se reunieron en Ginebra para hablar sobre el tratado INF, pero no lograron acordarse.
Washington acusa a Moscú de violar este tratado de la Guerra Fría y dio un plazo de 60 días a principios de diciembre para que Rusia se conforme a sus obligaciones.
Rusia desmiente estas afirmaciones "sin fundamento" y acusa a Washington de violar el tratado. Según Lavrov, Estados Unidos no mostró hasta ahora ninguna intención de llegar a un acuerdo con Moscú.
El martes, al término de la reunión de Ginebra, la subsecretaria de Estado encargada del control de armamento y asuntos de seguridad internacional, Andrea Thompson, que lideró la delegación estadounidense acusó a Rusia de "violación flagrante" del acuerdo.
Por su lado, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Riabkov, acusó a Estados Unidos de ser "completamente" responsable de una eventual ruptura del tratado, agregando que Rusia hace propuestas para evitarlo y que propuso un nuevo encuentro, lo que quedó de momento sin respuesta de Estados Unidos.
"Aprovechamos las consultas para proponer a la parte estadounidense una serie de medidas concretas sobre los misiles 9M729 que permitirían alejar toda sospecha de no conformidad con este tratado", declaró Riabkov citado por la prensa rusa.
Según la OTAN y Estados Unidos es este nuevo sistema de misiles que no se conforma al tratado INF. El tratado INF fue firmado en 1987 por el último dirigente de la URSS, Mijaíl Gorbachov, y el presidente estadounidense de entonces, Ronald Reagan.
El tratado, que suprime el uso de toda una serie de misiles de entre 500 y 5.000 km de alcance, había acabado con la crisis desatada en los años 1980 por el despliegue de los SS-20 soviéticos con ojivas nucleares en Europa oriental, y misiles estadounidenses Pershing en Europa occidental.
Según Lavrov, la intransigencia de la posición estadounidense plantea riesgos a la seguridad en el mundo. Y agregó que se debía a la incapacidad de occidente a aceptar "la realidad de un mundo multipolar emergente" y de su deseo de imponer su voluntad a la comunidad internacional.
Estas declaraciones siguen la línea de las posiciones del presidente Vladimir Putin, que en visita a Serbia dio una entrevista a la prensa de ese país en la que asegura que están "abiertos a continuar el diálogo sobre los medios para preservar" el tratado INF, publicó del diario Politika.
Pero Putin también acusó a Estados Unidos de querer "desmontar el sistema de acuerdos internacionales sobre el control de armas", advirtiendo sobre "las consecuencias de esa política".
Tras el anuncio de Washington en diciembre, Putin advirtió sobre el regreso de una carrera armamentística y prometió que Rusia desarrollará nuevos misiles en caso de que Estados Unidos se retire del acuerdo.
Putin también propuso incorporar nuevos países al tratado INF, firmado y aplicado únicamente por Estados Unidos y Rusia. Una invitación velada en dirección de China, que desarrolló misiles cuyo desarrollo está prohibido a los dos países que firmaron el tratado INF.