Reino Unido elevó su nivel de amenaza terrorista a "grave", el segundo nivel más alto y el cual indica que un ataque es "muy probable". La decisión se da luego del ataque terrorista en Viena, Austria, y la serie de ataques de la misma índole en Francia.
La decisión fue tomada por el Centro Conjunto de Análisis del Terrorismo (Jtac), que trabaja dentro del MI5 (Servicio de Seguridad británico) pero es independiente de él y de los ministros del Gobierno. Está compuesto por todas las agencias de inteligencia de Reino Unido que, juntas, toman una decisión sobre la amenaza terrorista al país.
Desde agosto de 2014, el nivel de amenaza terrorista en Reino Unido se había situado en "grave" e incluso llegó al nivel más alto, "crítico", lo que indicaba altas probabilidades de un ataque terrorista en el futuro próximo. Sin embargo, tras la muerte del líder de Daesh/ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, en octubre del año pasado, el nivel de amenaza se redujo de "muy probable" a "probable".
La serie de recientes ataques terroristas en Francia y el ataque en Viena, Austria, generaron serias preocupaciones sobre posibles ataques en diferentes Estados europeos.
Pero el ataque del lunes en Viena, llevado a cabo por un miembro del grupo terrorista Daesh/ISIS, llevó a Reino Unido a elevar el nivel de alerta.
Los expertos advierten que un ataque terrorista en un país puede conducir rápidamente a ataques similares en otros lugares.
En su primer discurso público desde que asumió su cargo, el director general del MI5, Ken McCallum, dijo el mes pasado que en los últimos años las agencias de seguridad británicas habían frustrado unos 27 ataques terroristas.
En este contexto el Papa Francisco volvió a condenar los atentados terroristas en Niza (Francia) y en Viena y, tras expresar su cercanía a los familiares de las víctimas, denunció que estos "despreciables actos" buscan "comprometer la colaboración fraternal entre las religiones".
"Confío en la misericordia de Dios para las personas que han muerto y expreso mi cercanía a sus familiares. Estos despreciables actos quieren comprometer, a través de la violencia y el odio, la colaboración fraternal entre las religiones", destacó el obispo de Roma tras celebrar la audiencia general de ayer, celebrada en la Biblioteca Apostólica del Vaticano y sin presencia de peregrinos para evitar el avance del contagio por coronavirus.
El Papa también lamentó que, "una vez más, la crueldad se está difundiendo en toda Europa". "En estos días de oración por los difuntos recordamos a las víctimas del terrorismo. Pienso, sobre todo, en el grave atentado en Niza en un lugar de culto y en el de ayer en Viena que han provocado tormento y desolación a los que tienen en el corazón la paz del diálogo", concluyó el pontífice.
Como se recordará tres personas murieron y varias resultaron heridas en un ataque con cuchillo cerca de una iglesia en la ciudad francesa de Niza y su autor fue detenido.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, tachó el hecho de "ataque terrorista islamista" y dijo que "no cederemos" en los valores franceses. El ataque se produjo a menos de dos semanas del asesinato del profesor Samuel Paty, por haber mostrado en clase caricaturas del profeta Mahoma.
Por su parte, cuatro personas murieron en el centro de Viena el lunes pasado en lo que el canciller austriaco, Sebastian Kurz, calificó de "repugnante ataque terrorista".
El ataque fue perpetrado por un "terrorista islamista" de origen macedonio que había sido condenado previamente por terrorismo en Austria fue por agentes del orden. El atacante empleó un arma automática, una pistola y un cuchillo para perpetrar el atentado.
El Gobierno austriaco tachó el atentado de "ataque a la libertad y la democracia" y dejó claro que seguirá trabajando "junto con nuestros socios y amigos internacionales para luchar contra el terrorismo y el extremismo".