¿El gobierno Maduro no controla a su servicio de inteligencia? ¿Se rompió la cadena de mando? Estos son tan solo algunos de los interrogantes que quedan tras la detención exprés del presidente del Parlamento de mayoría opositora, Juan Guaidó, y de dos corresponsales que cubrían esa noticia, por parte del Sebin, y del que se desmarcó el régimen venezolano.
“Fue una decisión unilateral” de funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), un “show mediático” y un “falso positivo”. Con esa palabras el régimen venezolano, a través de su ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, explicó el “procedimiento irregular” del que fue objeto el líder opositor Guaidó en horas de la mañana y quién desde el viernes se mostró dispuesto a llenar el vacío de poder que -a su juicio- hay en Venezuela ante un gobierno que no es reconocido por gran parte de la comunidad internacional.
Ese solo pronunciamiento sobre la voluntad de convertirse en alternativa de poder le valió el reconocimiento inmediato de la Organización de Estados Americanos (OEA) a través de su secretario general, Luis Almagro.
“Esos funcionarios que se prestaron para este show contra el normal desenvolvimiento de la vida en la República están siendo destituidos y sometidos a un procedimiento disciplinario más estricto para establecer si es que se prestaron para este tipo de situaciones”, recalcó el ministro Rodríguez, horas después de que Guaidó fuera detenido por más de una hora en la sede del Sebin, al igual que a las corresponsales internacionales de Caracol, Beatriz Adrián y de CNN En Español, Osmary Hernández.
El jefe Legislativo, ingeniero de 35 años, fue detenido en la autopista entre Caracas y La Guaira -estado Vargas- cuando, según su esposa Fabiana Rosales, los interceptaron dos camionetas del Sebin “con armas largas y encapuchados”, y lo obligaron a bajarse del vehículo en el que se trasladaba. Todo esto capturado en videos por las corresponsales apresadas.
“No lo golpearon pero nos dijeron que tenían que llevárselo detenido inmediatamente”, precisó Rosales, quien agregó que “la dictadura no podrá doblegar su espíritu de lucha”.
Una hora más tarde fue dejado en libertad, al igual que las periodistas. Entonces Guaidó se encaminó a cumplir la cita que tenía en el cabildo abierto, a 40 Km de Caracas, donde contó cómo fueron los hechos, reiteró que no se dejará intimidar y llamó a una gran movilización nacional para el 23 de este mes.
Aclamado por cientos de seguidores, Guaidó, vestido con camisa blanca y pantalón vaquero, llegó al sitio donde se disponía a presidir la concentración en Caraballeda, estado Vargas. “¡Hermanos aquí estoy!”, dijo al subir a una tarima.
“Un mensaje a Miraflores (Palacio Presidencial): el juego cambió, el pueblo está en la calle, aquí están los símbolos de la presión, de la resistencia, de la fuerza. Si querían enviar un mensaje para que nos escondiéramos, aquí está la respuesta del pueblo. Aquí estamos”, aseguró.
“Trataron de ponerme las esposas, no lo permití porque soy el Presidente legítimo de la Asamblea Nacional”, agregó el diputado, al tiempo que calificó su detención como un “secuestro”.
“Si Jorge Rodríguez dijo que era espontáneo entonces Maduro ya no controla las Fuerzas Armadas, porque se rompió la cadena de mando (...) ¿quién comanda hoy el régimen?, si ya reconocen que no controlan los organismos de seguridad del Estado tienen un problema muy grave en Miraflores”, expresó Guaidó en medio de una sonora ovación de cientos de descontentos venezolanos que se dieron cita en el lugar con la esperanza de que las presiones, tanto nacionales como internacionales, lleven a un cambio de gobierno en Venezuela.
Fue un secuestro: Colombia
A través de un comunicado, la Cancillería afirmó que Colombia condena completamente el secuestro, por unas horas, del diputado Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y quien fue perpetrado en la mañana de hoy por miembros del SEBIN, la policía política del régimen de Nicolás Maduro.
Así mismo, desde el gobierno rechazaron todo acto del régimen de Maduro en contra de la libertad, la seguridad y la integridad de los miembros de la Asamblea Nacional de Venezuela.
“No tenemos miedo”
El diputado llamó a una “gran movilización en todos los rincones de Venezuela” el 23 de enero, fecha emblemática, pues ese día, en 1958, cayó la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez.
Guaidó dijo que “el 23 de enero un grito retumbará en toda Venezuela y a eso le tiene miedo (...) la cúpula de ladrones” que, sostuvo, gobierna el país.
Tras la convocatoria de esa manifestación, la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, había amenazado con encarcelarlo, mientras Maduro atribuyó sus declaraciones a un “juego de muchachitos” que tomaron el control del Congreso para desestabilizarlo.
“Nos interceptaron, nos secuestraron unos minutos; pero aquí estamos. No van a poder frenar el reclamo de cambio”, manifestó el diputado en su discurso en el cabildo.
“No tenemos miedo”, respondían sus seguidores. Un video en que se observa el operativo en que Guaidó fue detenido por agentes encapuchados y llevado en una camioneta se volvió viral en las redes sociales.
Por su parte, Almagro repudió en Twitter la detención: “Condena y rechazo absolutos al secuestro del Presidente interino de #Venezuela @jguaido. La comunidad internacional debe detener los crímenes de Maduro y sus esbirros”.
“Este episodio, que atenta contra las libertadas civiles y políticas de los venezolanos, en este caso en la persona del Presidente de la Asamblea Nacional (AN), ratifica la imperiosa necesidad de restablecer en Venezuela el orden democrático y el respeto de los derechos humanos”, aseguró en tanto el gobierno argentino en un comunicado.
Según Guaidó, luego de que el Legislativo declarara a Maduro como “usurpador”, la Constitución lo legitima para asumir el poder mientras se convoca a elecciones. Pero admitió que eso solo será realidad si los venezolanos se vuelcan a las calles para respaldarlo y los militares le retiran su apoyo a Maduro, que se juramentó el pasado jueves para un segundo período de seis años.
Todas las decisiones del Congreso son consideradas nulas por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, que lo declaró en desacato en 2016 y el jueves juramentó a Maduro.
Guaidó, diputado por el estado Vargas y militante del partido Voluntad Popular (VP) -fundado por el líder opositor Leopoldo López, bajo arresto domiciliario-, asumió la Presidencia del Legislativo el pasado 5 de enero, y es el congresista más joven en ocupar ese cargo.
Libres las periodistas
Casi que simultáneamente con la liberación de Guaidó ocurrió la de las dos corresponsales de cadenas internacionales que cubrían la detención de este. Se trató de Beatriz Adrián, de Caracol Colombia y Osmary Hernández de CNN En Español, quienes fueron llevadas a la sede del Sebin en Plaza Venezuela, también por los funcionarios encapuchados.
Las reporteras, según el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), “fueron registradas, les quitaron sus pertenencias y fueron requisadas por funcionarias mujeres”, además de ser “grabadas y fotografiadas en todo momento desde que inició la detención”. El organismo de inteligencia adujo que fueron retenidas para verificar su documentación.
La detención exprés de Guaidó, con o sin el visto bueno del régimen de Maduro, generó de inmediato que se avivara el descontento social y político de los venezolanos, por lo que se augura que el 23E (enero 23) la movilización nacional será masiva, incrementado así la presión sobre el gobierno y su entorno, ya de por si aislado por la mayoría de la comunidad internacional.