La jornada de movilización organizada el viernes en Portugal por internautas inspirados en el movimiento de los "chalecos amarillos" en Francia provocó ligeras perturbaciones de tráfico por carretera a la entrada de las grandes ciudades del país.
Al menos una quincena de grupos constituidos a través de las redes sociales amenazaba con "parar Portugal" al llamar a participar en unas 70 movilizaciones y operaciones de bloqueo, pero su impacto fue limitado.
La mayoría de los manifestantes se desmovilizaron al cabo de algunas horas, dejando lugar a militantes que gritaban consignas de connotación ultraderechista, que tiene escaso peso político en el país, en medio de la vigilancia policial.
Sus reivindicaciones son diversas y van desde la baja de impuestos a una subida de las pensiones más reducidas, pasando por reformas del sistema electoral y del servicio público de salud, o alertar sobre la crisis de la vivienda en las grandes ciudades