EN EL segundo día de gestión como presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, avanza en la pacificación el país donde persisten las protestas y define el cronograma para convocar a elecciones presidenciales a las cuales, aclaró, no podrán presentarse ni Evo Morales ni su exvicepresidente Alvaro García.
"Evo Morales no está habilitado para un cuarto mandato, por eso ha sido toda esta convulsión (..), don Evo Morales y don Álvaro García no están habilitados para un cuarto mandato", enfatizó en conferencia de prensa.
Sin embargo, el partido del exgobernante, el Movimiento Al Socialismo (MAS) "tiene derecho de participar en elecciones generales", aclaró. Y recomendó "que vaya buscando candidato".
Morales, que gobernó Bolivia casi 14 años, fue habilitado por una polémica sentencia del Tribunal Constitucional en 2017 para postularse a un cuarto mandato, al considerar que era "un derecho humano".
El fallo fue adverso a un referéndum nacional, que le había negado un año antes esa posibilidad a Morales.
Ante objeciones de que fue proclamada sin el quórum reglamentario, el mismo tribunal avaló el lunes la elección de Áñez, con una interpretación jurídica que contempla un sostén "mínimo constitucional" en un contexto de crisis política, para evitar que el país tenga un prolongado vacío de poder, según el analista Carlos Borth.
Ante la prensa, Áñez agregó: "Que ellos (Mesa y García) hubiesen tenido sometidos a todas las instituciones del país son dos puntos aparte, pero lo que ahora lo que nosotros queremos es transparencia, es independencia de poderes, que (el tribunal) actúe de acuerdo a normas".
En la misma línea, el excandidato presidencial Carlos Mesa, quien pidió elecciones en el tiempo "más corto posible", dijo que Morales no puede ser habilitado como candidato, pues cometió un "delito".
"El señor Morales es autor de un grave delito que es pasible a una sanción penal y el fraude ha sido cometido contra el país, pero en particular contra mí", dijo Mesa, que reivindicaba su derecho a una segunda vuelta, antes de que los comicios fueran anulados por el propio Morales, tras un informe de la OEA que encontró "graves" irregularidades.
De otra parte, la presidenta Añez sostuvo que "venimos a pacificar el país", durante un acto en el Colegio Militar de La Paz y en compañía del nuevo ministro de Defensa, Fernando López Julio.
La Paz amaneció por segundo día casi en completa normalidad, aunque las clases universitarias están suspendidas y muchos padres prefieran no enviar a sus hijos a las escuelas por temor a hechos de violencia.
En la tarde del miércoles el intento de volver a la calma se vio alterado en La Paz con la llegada de una multitudinaria marcha de partidarios de Morales desde la vecina ciudad de El Alto, desatándose choques con la policía cerca de la Plaza Murillo, mientras Áñez juramentaba en el Palacio Quemado a la nueva cúpula militar.
Los enfrentamientos se prolongaron hasta la noche y culminaron con una veintena de detenidos, según medios locales. Casi cuatro semanas de protestas han dejado 10 muertos y unos 400 heridos, según cifras oficiales.
Áñez anunció que presentará un reclamo diplomático ante México por permitir actuaciones políticas de Morales. "Tenemos una canciller (Karen Longari) que hará la representación que corresponda ante esa ruptura de ese protocolo" de asilo político, dijo.
Desde su exilio en México, Morales instó a organismos internacionales como la ONU y la iglesia Católica, a través del papa Francisco, a acompañar un "diálogo para pacificar" Bolivia./