CON la designación de la Comisión que presentará la acusación de la cámara baja en el juicio político ('impeachment') contra el presidente estadounidense, Donald Trump, y el anunciado aval de la mayoría demócrata a enviar los cargos al Senado, esa Corporación cumplió el proceso para que se inicie un juicio de destitución del mandatario de Estados Unidos.
La Cámara de Representantes votó 228 a favor frente a 193 en contra para que el Senado inicie el juicio formal contra Trump por presunto abuso de poder y obstrucción al Congreso.
En la mañana, la líder demócrata Nancy Pelosi había informado que el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara, Adam Schiff, liderará la acusación en el Senado que, presumiblemente, iniciará el juicio político el próximo martes, y donde se definirá si el presidente debe dejar el cargo.
Junto a él estarán los congresistas Jerry Nadler, de Nueva York; Zoe Lofgren, de California; Hakeem Jeffries, de Nueva York; Jason Crow, de Colorado; Val Demings, de Florida y Sylvia Garcia, de Texas. La mayoría de ellos cuentan con experiencia fiscal en el sistema judicial de Estados Unidos.
"Hay un caso abrumador, más allá de toda duda razonable, de que el presidente Trump traicionó al país", dijo Nadler, al tiempo que agregó que "es esencial que hagamos este juicio político para evitar que el presidente manipule las próximas elecciones".
En solo segundos, Trump respondió a través de Twitter, calificando el juicio como una "estafa".
"Aquí vamos de nuevo, otra estafa orquestada por los demócratas que no hacen nada", tuiteó el mandatario segundos después de que Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes, revelara los nombres del equipo de siete personas.
Trump fue acusado formalmente el 18 de diciembre cuando la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, votó a favor de acusarlo de abusar de su poder al buscar la ayuda de Ucrania para su campaña de reelección.
En la tarde de ayer, en una procesión solemne que solo se ha visto dos veces antes en la historia de Estados Unidos, los artículos fueron trasladados de la Cámara al Senado por los fiscales de la acusación y leídos en voz alta ante los 100 senadores, colocando oficialmente al presidente ante su juicio político.
Trump es acusado de retener ayuda militar a Ucrania entre julio y septiembre para presionar a Kiev para que investigara al exvicepresidente Joe Biden, líder en la carrera por la nominación presidencial del partido demócrata 2020.
También es acusado de obstrucción de Congreso por no reenviar documentos esenciales para el buen funcionamiento del juicio y por evitar que personas clave de su administración testifiquen en este proceso.
Pero que Trump sea declarado culpable en el Senado es muy improbable, ya que el Partido Republicano del presidente tiene una mayoría de 53 escaños, frente a los 47 de los demócratas. Se requiere una mayoría de dos tercios para destituir al mandatario.
Batalla por testigos
Pelosi exigió nuevamente que el Senado cite testigos a los que la Casa Blanca prohibió testificar durante la investigación en la Cámara de Representantes.
Los demócratas quieren escuchar especialmente el testimonio del jefe de gabinete interino de Trump, Mick Mulvaney, y del exasesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton.
Pero el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, cuya sólida mayoría establecerá las reglas para el juicio de Trump, se ha negado a aceptar invitar a testigos al juicio antes de que se entreguen las declaraciones y argumentos iniciales.