Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) se citarán de nuevo hoy en la que será la tercera jornada de negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el fondo de recuperación económica y el presupuesto comunitario de los próximos siete años.
La sesión de ayer estuvo plagada de reuniones bilaterales y contactos en grupo y los 27 líderes sólo se han reunido en dos ocasiones.
Los Estados miembros acumulan ya dos días seguidos de negociaciones para alcanzar un acuerdo sobre el presupuesto comunitario para el periodo 2021-2027 y para el fondo de recuperación con el que impulsar la economía europea tras la pandemia de Covid-19.
En el transcurso de estas horas se ha pasado de la "irritación" del viernes, tal y como describió la atmósfera el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, al trabajo "calmado, denso e intenso" que destacaban fuentes europeas refiriéndose al día de ayer.
El foco de las conversaciones estuvo centrado en dos puntos: el tamaño del plan de reconstrucción y el juego entre transferencias directas y préstamos, por un lado, y las condiciones que los gobiernos tendrán que cumplir para acceder a las ayudas por el otro.
Súper freno de emergencia
Sobre el primer punto, Rutte ha conseguido que el último borrador contemple el derecho a activar un "súper freno de emergencia" que permitiría a cualquier país bloquear el desembolso de los fondos a un país si considera que se deben hacer nuevas reformas y convocar un debate al respecto a nivel de ministros o incluso de líderes.
El Gobierno español está dispuesto a aceptar este derecho, según fuentes de Moncloa, siempre y cuando la decisión final sobre el desembolso no se tome por unanimidad, una idea a la que Madrid se opone "frontalmente".
Países Bajos se encuentra aislado en su defensa del derecho a veto para dar luz verde a las ayudas, pero cuenta con el apoyo e Suecia, Dinamarca y Austria en la exigencia de recortar las transferencias que recibirían los gobiernos y aumentar a su costa los préstamos.
Un primer borrador que Michel presentó a primera hora de ayer ya contemplaba una rebaja de los subsidios de 50.000 millones, pasaban de 500.00 millones a 450.000 millones, pero los países del norte quiere reducir todavía más el montante que recibirán principalmente España e Italia sin tener que devolverlo.
Dentro de los 450.000 millones en transferencias directas, los Estados miembros recibirían 325.000 millones en subvenciones a través del Fondo para la Recuperación y la Resiliencia (RFF), el pilar más importante del plan, lo que supone un incremento de 15.000 millones de euros.
El resto iría canalizado a las capitales a través de otros programas que sufren recortes, como la dotación extraordinaria para la Política de Cohesión (que se queda en 45.000 millones) y el nuevo plan Juncker (11.500 millones). Desaparece en la nueva propuesta el fondo para incentivar inversiones privadas en empresas a través del BEI.
El documento también recoge un incremento de los 'cheques' o correcciones que se hacen en las contribuciones de los países más ricos del bloque para que aporten menos dinero al presupuesto comunitario.
En total, Austria, Alemania, Dinamarca, Suecia y Países Bajos se ahorrarían 46.000 millones de euros entre 2021-2027 que tendrían que completar el resto de socios.
Los líderes europeos analizaron las nuevas propuestas para desbloquear la negociación tras las exigencias de los "frugales" que defienden un mayor rigor fiscal.
"Nos estamos enfrentando a Países Bajos y a otros países dichos 'frugales' que no comparten la necesidad de una respuesta tan consistente, especialmente sobre subsidios", dijo el primer ministro italiano, Giuseppe Conte. A lo que el austríaco Sebastian Kurz le salió al paso afirmando que. “es necesario reducir [más] los subsidios" que pagaremos todos.
Para tranquilizar a los países del sur, el nuevo plan propone reforzar las subvenciones destinadas a superar la crisis, hasta los 325.000 millones, reduciendo la partida consagrada a programas europeos.
España estimó como "positiva" la propuesta porque mantiene el volumen total del fondo y refuerza el instrumento para la recuperación, pero reconoce que "la gobernanza [del fondo] sigue siendo un obstáculo".
Requisitos inaceptables
Durante la jornada el jefe del Consejo se enfrascó en negociaciones en grupos más reducidos, especialmente con los "frugales" y los países del sur, sin olvidar Polonia y Hungría.
Uno de los escollos pendientes es el reclamo de Varsovia y Budapest de no vincular el desbloqueo de fondos al respeto del Estado de derecho. "No pueden aceptarse requisitos políticos previos", advirtió el portavoz del primer ministro húngaro, Viktor Orban.
En su nuevo plan, Michel reduce ligeramente su propuesta de 1,074 billones de euros y aumenta las rebajas en las contribuciones de las que se benefician Austria, Dinamarca y Suecia. La reducción propuesta para Países Bajos y Alemania se quedaría sin cambios.
El primer ministro de Italia ha explicado que las negociaciones entre los líderes han entrado un "punto muerto" y está siendo "más complicado de lo previsto", con países del norte reclamando mayores recortes en la parte de transferencias del fondo de reconstrucción.
"Hay bastantes cuestiones sobre las que aún estamos discutiendo que no logramos resolver". El mandatario italiano ha señalado que unos "pocos" países "ponen en duda" la última cifra de transferencias directas a los gobiernos que está sobre la mesa de los jefes de Estado y de Gobierno y están intentando reducirla.
A diferencia de Conte, canciller de Austria, Sebastian Kurz, aseguró que las conversaciones entre los jefes de Estado y de Gobierno "van en la dirección correcta", aunque también ha reconocido que se está librando una negociación "intensa".
La cumbre es la primera presencial desde que el virus golpeó con fuerza Europa, donde la Covid-19 se cobró más de 200.000 vidas y, a nivel económico, podría provocar una contracción del 8,3% del PIB de la Unión Europea, según la Comisión Europea.