CON un promedio diario de 19 mil nuevos casos de coronavirus, la capital económica de China, Shanghái permanece bajo estricto confinamiento, mientras que en Pekín se ordenó ayer las pruebas masivas de detección en Chaoyang, su principal distrito del centro, lo que disparó los temores de posibles encierros sectoriales, afectando el mercado bursátil global.
Desde que apareció en Wuhan el coronavirus que generó la pandemia global, China adoptó la estrategia de “cero covid” y es, en desarrollo de ésta que como prevención realiza testeos masivos donde sospecha la presencia del virus y, de registrarse un solo caso ordena el encierro de sus habitantes, pese al grave impacto económico que ello genera.
Las autoridades sanitarias confirmaron ayer un incremento de contagios en el país a medida que la variante ómicron se ha expandido sin ser detectada y con Shanghái como principal ciudad afectada.
Según ha detallado la comisión municipal de salud, Shanghái registró el domingo un total de 19.455 infecciones, 2.472 de los cuales son casos en los que se manifiestan síntomas de la enfermedad, según recoge la agencia de noticias Xinhua. Ayer, el comportamiento fue similar.
Estos datos suponen el principal brote en el país, que en las últimas horas ha contabilizado un total de 20.194 positivos -entre sintomáticos y asintomáticos-.
Asimismo, la ciudad ha registrado 51 decesos en todo el país -todos ellos en Shanghái- mientras que en los hospitales permanecen ingresadas 196 personas en estado grave y otras 23 en estado crítico, según datos de la mencionada comisión sanitaria.
Las autoridades de Shanghái anunciaron una "batalla decisiva" contra el brote de coronavirus que ha colapsado la metrópolis de 25 millones de habitantes, confinados ya desde hace tres semanas.
La ciudad quedó completamente paralizada el 5 de abril, tras el fracaso inicial de la cuarentena en dos fases a ambos lados del río Huangpu, Pudong y Puxi, en un cierre que ha provocado una grave escasez de alimentos y otros suministros esenciales, como han reconocido las propias autoridades chinas, sorprendidas por la agresividad de los contagios.
Al tiempo, la capital, Pekín, sumó 29 casos en las últimas 24 horas, y un total de 70 a lo largo del fin de semana. Con estos datos, las autoridades capitalinas incluyeron a cinco zonas residenciales más en la lista de áreas de riesgo medio.
Le puede interesar: ¿Qué dejó en claro la presidencial francesa y qué se avecina?
El temor a un confinamiento estricto llevó a muchos habitantes de Pekín a hacer compras de emergencia, mientras se formaban grandes filas en el distrito central de la capital para realizar las pruebas masivas ordenadas por las autoridades chinas.
El principal distrito del centro de Pekín, Chaoyang, con 3,5 millones de personas, ordenó realizar pruebas masivas a sus habitantes y quienes trabajan en ese sector de la ciudad, donde operan varias empresas multinacionales y embajadas. Las filas para hacerse la prueba de coronavirus rodearon los centros comerciales y edificios de oficinas.
Cerca de treinta complejos residenciales de Pekín sufren actualmente una forma de confinamiento, al tiempo que los gimnasios de la capital debieron cancelar clases o cerrar.
Pekín, que tiene 22 millones de habitantes, también impuso severos controles de ingreso a la ciudad, incluyendo la presentación de pruebas negativas de covid-19.
Entre tanto, los mercados globales operaron ayer con pérdidas por las expectativas de un cambio en la política monetaria en Estados Unidos y los temores sobre la situación sanitaria en China, donde las restricciones anticovid amenazan su crecimiento económico.
Las bolsas chinas operaron en rojo: el índice compuesto de Shanghái perdió un 5,13%, la segunda bolsa china, Shenzhen, cayó un 6,48%, y Hong Kong un 3,73%.