Parlamento israelí votará y Netanyahu peligra

Domingo, 13 de Junio de 2021
El viernes en la noche el líder opositor, Yair Lapid, firmó los acuerdos de coalición con los otros partidos, trámite obligatorio por plantear un cambio de gobierno

EN lo corrido de la última semana el presidente del Parlamento israelí determinó que este órgano legislativo se pronunciaría hoy sobre el futuro gobierno del país. Esta es la última etapa antes de que una nueva coalición suceda en el poder al actual primer ministro, Benjamin Netanyahu, quien ya suma década y media en la casa presidencial de Beit HaNassi en Jerusalén.

"El debate y la votación sobre el nuevo gobierno se celebrarán el domingo en una sesión especial del parlamento", dijo el martes a través de un comunicado Yariv Levin, presidente de la Knéset, el parlamento israelí.

Esta variopinta y singular coalición fue formada in extremis el pasado 2 de junio por el líder opositor Yair Lapid, quien se alió con dos partidos de izquierda, dos de centro, tres de derecha (entre ellos Yamina, un partido conformado por nacionalistas radicales) y por la formación árabe e islamista, Raam.

Lapid, líder del partido Yesh Atid, elogió el anuncio del presidente del Parlamento, añadiendo que el "gobierno de unión está en marcha por el bien de los ciudadanos de Israel".

Adicionalmente, el pasado viernes Lapid firmó los acuerdos de coalición con los otros siete partidos de Israel de cara a la votación de hoy. A este respecto es importante referir que de acuerdo con la ley israelí, este procedimiento debe realizarse al menos 24 horas antes de la votación, sin que el sábado cuente debido a que es un día festivo en el país.

"Los acuerdos, así como los principios centrales del nuevo Gobierno, están abiertos al público y pueden ser revisados", refirieron hace 48 horas Yesh Atid y Yamina tras firmar los documentos, con lo que se formalizó el acuerdo de coalición, según lo informó el diario The Times of Israel.

Esta nueva coalición, que pondrá fin a dos años de crisis política en el país, un periodo en el que se han celebrado cuatro elecciones legislativas, se formó sobre todo con la finalidad última de alejar del poder a Netanyahu, el primer ministro más duradero de la historia de Israel, con 15 años en total en el cargo (1996-1999 y desde 2009 hasta ahora).



Es importante tener en cuenta que la votación en la Knéset es la última etapa antes de la llegada al poder de la heterogénea coalición que, hay que decirlo, a comienzos de la semana contaba con los votos en el Parlamento. Aun así, es mucho lo que puede pasar en 7 días, especialmente ante la voluntad de Netanyahu de batallar hasta el final, razón por la cual hoy podrían haber sorpresas.

Cuestión de tiempos

Los integrantes del pacto de gobierno querían organizar esta votación a partir del miércoles pero la decisión estaba en manos del presidente de la cámara, Yariv Levin, compañero del partido de derecha de Netanyahu, Likud, quien se mantuvo fiel a su anuncio de utilizar los 7 días requeridos por la ley para organizar la consulta formal.

Esta fue la prolongación del tiempo que se permitió, por ley, Levin, pese a que hace una semana el futuro primer ministro designado y líder del partido de derecha radical Yamina, Naftali Bennett, lo había urgido a no perder tiempo.

"Sabemos que Netanyahu está presionando para retrasar la votación para intentar encontrar desertores, pero usted debe actuar por el bien del Estado de Israel y no por el de Netanyahu", dijo Bennett, acusando al primer ministro saliente y antiguo mentor suyo de practicar política de "tierra quemada".

La nueva coalición

¿Qué implicaciones tendría para la dirigencia del país este nuevo gobierno? Pues como todo en política depende por donde se le mire: la nueva coalición, de acuerdo con Lapid, tiene posibilidades de salir adelante.

"El 100% no existe en la política israelí, pero este gobierno tiene las mayores posibilidades de salir adelante", dijo a la prensa Lapid, para quien será un ejecutivo "duradero" basado en "la confianza, la decencia y la buena voluntad".

No obstante, aunque acorralado y juzgado por corrupción, el primer ministro saliente ha lanzado fuertes críticas al futuro ejecutivo, hasta preocupar a los servicios de seguridad locales. El lunes, por ejemplo, el dirigente de 71 años calificó de nuevo en Twitter a la coalición como un "peligroso gobierno de izquierda".

Al grito de "traidores", sus apoyos multiplicaron las amenazas en las redes sociales o en protestas ante las viviendas de los dirigentes de la nueva coalición. Este ambiente, hay que decirlo, "recuerda los días que precedieron la muerte de Isaac Rabin", apuntó el diario Yediot Aharonot, en referencia al primer ministro laborista que un extremista judío mató en 1995 por los acuerdos alcanzados con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Frente a este panorama el jefe del servicio de seguridad interior, Nadav Argaman, rompió durante la semana su habitual silencio para advertir a todos los políticos contra "un aumento de los discursos que incitan a la violencia, sobre todo a través de las redes sociales".

A su juicio, determinadas personas o grupos pueden entender dichos discursos como un permiso para cometer actos de violencia y pueden provocar "heridas mortales".

Una marcha anulada

El principal acontecimiento que causa preocupación es la llamada "Marcha de las banderas" que la extrema derecha había convocado para el jueves en Jerusalén Este, ocupado por Israel. 

Aunque los organizadores anularon a comienzos de la semana la manifestación, luego de que la policía no aprobase su recorrido, el diputado ultraderechista, Itamar Ben-Gvir y la conservadora May Golan (Likud) dijeron que marcharían gracias a su estatus parlamentario.

En este clima de fuertes tensiones, el nuevo gobierno de coalición, con visiones diferentes en casi todos los frentes, mantuvo hace ocho días una primera reunión de trabajo alrededor de Yair Lapid y Naftali Bennett.

Según el acuerdo, Bennett, de 49 años, dirigirá el ejecutivo hasta 2023, cuando cederá el cargo de primer ministro a Lapid hasta 2025.

El nuevo Gobierno estará integrado por ocho de los trece partidos que lograron escaños en las elecciones de marzo, que aglutinan 61 de los 120 escaños en total, después de que Netanyahu no lograra ensamblar un Ejecutivo a través de la coalición de partidos derechistas y ultraortodoxos que le apoyan. AFP-Europa Press

Redacción internacional