El papa Francisco abogó el domingo por un acceso "libre" a los lugares santos de Jerusalén, donde en los últimos días los enfrentamientos entre fieles musulmanes y las fuerzas israelíes dejaron decenas de heridos en la explanada de las Mezquitas.
"Que los israelíes, los palestinos y todos los habitantes de la Ciudad Santa, junto con los peregrinos, puedan experimentar la belleza de la paz, vivir en fraternidad y acceder con libertad a los Santos Lugares, respetando mutuamente los derechos de cada uno", dijo el papa en la tradicional bendición "Urbi et Orbi" del domingo de Pascua, pronunciada desde el balcón de la Basílica de Plaza San Pedro.
El pontífice oró asimismo por la "paz para el Medio Oriente, devastado por años de divisiones y de conflictos".
Este domingo, una veintena de personas resultaron heridas en disturbios entre manifestantes palestinos y policías israelíes en torno a la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén, tercer lugar santo del islam que ya fue escenario el viernes de violentos enfrentamientos.
Estos incidentes se producen cuando este domingo se celebran la misa de pascua cristiana, y las oraciones por pessah, la pascua judía, y por el mes musulmán de ramadán en la Ciudad Vieja de Jerusalén, centro a veces conflictivo donde coinciden las tres religiones monoteístas.
En otro hecho, esta vez en torno a la Ciudad Vieja, ubicada en la parte oriental de Jerusalén ocupada por Israel desde 1967, palestinos lanzaron piedras contra autobuses, hiriendo levemente a siete de sus ocupantes israelíes según medios israelíes y la policía.
El Santo Padre también llamó el domingo a que los líderes de las naciones "escuchen" el clamor por la paz en una "Pascua de Guerra" en la que se refirió a una Ucrania "martirizada" por el conflicto.
"Hemos visto demasiada sangre, demasiada violencia", dijo el papa en su tradicional bendición "Urbi et Orbi" delante de cerca de 50.000 fieles en la Plaza de San Pedro en Roma.
El papa argentino pidió a los fieles que no se "acostumbren a las guerras".
"Comprometámonos todos a pedir la paz con voz potente, desde los balcones y en las calles", exhortó a la multitud que respondió con aplausos.
El líder espiritual de unas 1.300 millones de católicos insiste desde hace semanas en la necesidad de una paz para Ucrania, tras la invasión que sufre el país desde el 24 de febrero por las tropas Rusas.
"Llevo en el corazón a las numerosas víctimas ucranianas, a los millones de refugiados y desplazados internos, a las familias divididas, a los ancianos que se han quedado solos, a las vidas destrozadas y a las ciudades arrasadas", dijo el pontífice.
El papa también celebró que "en medio del dolor" no faltan "signos esperanzadores, como las puertas abiertas de tantas familias y comunidades que acogen a migrantes y refugiados en toda Europa"