Tras una derrota electoral histórica, el Partido Laborista británico lanzó la campaña para elegir al sucesor de su líder Jeremy Corbyn, que será nombrado en abril para encabezar la oposición a Boris Johnson en el Reino Unido pos-Brexit.
El laborismo está sumido en plena introspección para determinar los motivos de su peor resultado electoral desde 1935 e intentar reinventarse con un nuevo líder que necesariamente definirá la línea que tome el partido, entre el radicalismo reivindicado por Corbyn en los últimos años y el liberalismo asumido durante los gobiernos de Tony Blair (1997-2007).
El órgano ejecutivo del partido acordó es el calendario y las principales modalidades de la elección: el plazo para candidaturas se abrirá oficialmente el martes, la elección tendrá lugar del 21 de febrero al 2 de abril y el resultado se conocerá el 4 de abril, tras la partida anunciada de Corbyn, en el cargo desde 2015.
Cinco diputados se declararon ya oficialmente como candidatos.
Keir Starmer, de 57 años, responsable desde hace tres del Brexit en la formación de oposición y uno de los favoritos en la contienda, fue el último en hacerlo.
Se sumó así a Clive Lewis, de 48 años, y a tres mujeres que ambicionan convertirse en la primera en tomar la riendas del partido: Jess Phillips de 38 años, Lisa Nandy de 40 y Emily Thornberry, de 59.
La otra gran favorita, Rebecca Long-Bailey, de 40 años, considerada la heredera natural de Corbyn, no oficializó aún su candidatura aunque la prensa británica espera unánimemente que lo haga.
Desde su devastadora derrota en las elecciones generales del 12 de diciembre, las críticas no cesan contra Corbyn, de 70 años, a quien se le reprocha haber hecho promesas demasiado radicales, haberse mostrado indeciso sobre la salida de la Unión Europea e incapaz de luchar contra el antisemitismo en las filas de su partido.
Blair llamó hace unas semanas a la formación a pasar la página de un "socialismo casi revolucionario", pero los candidatos al liderazgo evitan distanciarse en exceso de una orientación muy izquierdista que atrajo en los últimos años a gran cantidad de militantes.
Prefieren concentrarse en algunas medidas consideradas excesivas o denunciar el cargado programa electoral laborista, calificándolo de ininteligible o poco creíble.
Así, en la televisión, el domingo, Philipps tildó de "inverosímil" la promesa de Corbyn de suministrar gratuitamente internet de alta velocidad a todos y advirtió que, contrariamente a él, ella no desea renacionalizar los antiguos servicios públicos. Incluso se distinguió de otros candidatos afirmando que podría "luchar" para volver a entrar en la UE si el Brexit, previsto para el 31 de enero, no cumple sus promesas.
Por su parte Thornberry consideró que Corbyn no "convenció" porque su programa "contenía demasiadas cosas", coincidiendo con Starmer, que lamentó un programa "sobrecargado".
El líder del partido es elegido por el conjunto de sus 500.000 miembros, muchos de los cuales adhirieron recientemente.
La dirección de la formación definió las modalidades de pertenencia al colegio electoral y las condiciones de elegibilidad de los candidatos, especialmente en lo que concierne los apoyos necesarios para presentarse. Para poder votar, por vía postal, habrá que ser miembro del partido antes del 20 de enero o pagar la suma de 25 libras (33 dólares, 29 euros).
Los candidatos precisan por su parte el apoyo de al menos 22 diputados o diputados europeos laboristas y el respaldo de 5% de los partidos laboristas locales o de tres organizaciones afiliadas al laborismo, de las que al menos dos deben ser sindicato./