Un tratado internacional que prohíbe las armas nucleares fue ratificado por el país número 50, Honduras, lo que permitirá su entrada en vigor en 90 días, dijo el sábado un funcionario de la ONU.
"Hoy es un día de victoria para la humanidad y una promesa para salvar el futuro", dijo Peter Maurer, presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), en un comunicado. Otras ONG acogieron también con satisfacción este logro.
El Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, que prohíbe el uso, desarrollo, producción, ensayo, estacionamiento, almacenamiento y amenaza del uso de ese tipo de arsenal, fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en julio de 2017, con el voto de 122 países, y firmado por 84.
"Honduras acaba de ratificarlo. Es el estado número 50 que lo hace, que es histórico y permite su entrada en vigencia", dijo la Campaña Internacional por la Abolición de Armas Nucleares (ICAN) en su cuenta de Twitter.
Esta ONG obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 2017 por su papel en el desarrollo de este tratado.
Los principales países con armas nucleares, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y Rusia, no lo han firmado.
Austria, que lo ratificó en 2018, saludó este sábado la próxima entrada en vigor del tratado de Prohibición.
"Hemos dado un paso importante hacia nuestro objetivo de un mundo sin armas atómicas", escribió en Twitter el canciller conservador Sebastián Kurz, recordando el "papel decisivo" de su país junto a otras naciones en la defensa de este texto.
Estigmatizar el arma nuclear
Los activistas a favor de la abolición esperan que su ratificación tenga el mismo impacto que los tratados internacionales anteriores que prohíben las minas terrestres y las municiones en racimo, estigmatizando la posesión y el uso de armas nucleares, lo que podría conducir a un cambio de comportamiento incluso de países no signatarios.
Los estados poseedores de armas nucleares, por su parte, sostienen que sus arsenales sirven de disuasión y dicen que están comprometidos con el Tratado de No Proliferación de armas nucleares.
"Demasiada gente acepta las armas nucleares como una parte inevitable de la arquitectura de seguridad internacional", afirmó Peter Maurer.
"El tratado de prohibición de las armas nucleares nos permite imaginar un mundo libre de estas armas inhumanas como un objetivo alcanzable", agregó.
Varios países han ratificado recientemente el tratado, entre ellos Nigeria, Malasia, Irlanda, Malta y Tuvalu.
En América Latina aún no lo avalan Brasil, Perú, Chile, Colombia entre otros países firmantes, según el sitio de la ONU.
Con la ratificación por parte de Honduras, su entrada en vigor debería producirse alrededor del 21 de enero.
Este paso, por el momento sumamente simbólico, se produce en un contexto de fuertes tensiones en torno al tema del desarme.
El Tratado sobre Fuerzas Nucleares Intermedias (INF, por su sigla en inglés), firmado en 1987 entre Washington y Moscú, que resultó en la destrucción de alrededor de 2.700 misiles con un alcance de 500 a 5.500 km, está de hecho paralizado desde 2019, para disgusto de los europeos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo denunció tras acusar a Rusia de no respetarlo.
Desde entonces, el tratado New Start entre Estados Unidos y Rusia, concluido en 2010, que expira a principios de 2021, se considera el último acuerdo nuclear aún en vigor, y contiene a los arsenales de ambos países por debajo de sus picos de la Guerra Fría.
Washington y Moscú acaban de acordar el principio de una prórroga de un año, el tiempo para resolver las cuestiones de fondo.