El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas instó a los militares sublevados en Mali a volver a los cuartelas "de forma inmediata" para restablecer el orden en el país.
En un comunicado difundido tras una reunión de urgencia a puerta cerrada, el Consejo de Seguridad expresó una "profunda preocupación" en relación con los acontecimientos que vive el país y condenó el "motín" registrado el martes.
Así, subrayó la urgente necesidad de "restaurar la ley y el orden" y avanzar hacia "el orden constitucional". En relación con la detención del ahora expresidente Ibrahim Boubacar Keita y el primer ministro, Boubou Cissé, el Consejo pidió la puesta en libertad inmediata de los detenidos.
"Pedimos a las partes hacer un ejercicio de contención y dar prioridad al diálogo para resolver la crisis en el país", recoge el texto. Además, trasladaron su apoyo a la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali (MINUSMA) para "estabilizar la situación”.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, recalcó que la lucha contra el terrorismo y la defensa de la democracia son dos cuestiones "inseparables" en Mali. "Salir de ella es provocar inestabilidad y debilitar nuestra lucha" por la paz en el Sahel, manifestó.
"Francia y sus socios están comprometidos en Mali y la región para la seguridad de las poblaciones del Sahel", dijo Macron, quien insistió en que la situación actual en el país africano es "inaceptable".
Asimismo, afirmó que hay que "devolver el poder a los civiles... para volver al orden constitucional". "El presidente Keita, su primer ministro y los miembros del Gobierno deben ser liberados sin demora", manifestó.
"Francia y la UE están junto… a la Unión Africana para encontrar una solución a la crisis en Mali. La paz, la estabilidad y la democracia son nuestra prioridad", aseguró.
El comunicado se realiza después de que el coronel del Ejército de Tierra maliense Assimi Goita se proclamara ayer líder del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP), la junta creada tras el golpe militar.
En su primera declaración, el CNSP señaló que el objetivo de la junta es llevar al país a la celebración de elecciones en "un plazo razonable" y restaurar la estabilidad.
En este sentido, pidió a la población acabar con el "vandalismo" y volver a la normalidad. Así, instó a los malienses a "continuar con sus ocupaciones libremente y reanudar sus actividades de manera saludable".
El portavoz del grupo de militares rebeldes, Ismael Wague, invitó a los altos cargos del país a reanudar sus funciones y aseguró que "se tomarán medidas para proteger la propiedad de las personas".
La dimisión del ahora expresidente Ibrahim Boubacar Keita se produce tras semanas de grave crisis política a raíz de los resultados de las elecciones parlamentarias celebradas el pasado marzo y que vino a sumarse a la grave inseguridad ocasionada por las acciones de los grupos yihadistas, con las filiales de Al Qaeda y Estado Islámico a la cabeza, pero también a la creciente violencia de carácter intercomunitario.
Un sector de la oposición, aglutinado en torno al influyente imán Mahmud Dicko, ha reclamado desde el pasado junio la dimisión del presidente, a quien acusaban de la situación actual del país, castigado también por una crisis económica.