“El número de personas integrantes de familias supera las 470.000, lo que supone un aumento del 300% respecto a 2018”, indicó
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La Organización de Naciones Unidas (ONU) alertó este lunes que el número de migrantes detenidos en la frontera entre México y Estados Unidos en 2019 duplica el del año pasado, “lo que representa el mayor número de detenciones en más de una década”.
Según la Oficina de Coordinación Humanitaria de las Naciones Unidas, que recopila cifras del Gobierno estadounidense, más de 850.000 personas han sido detenidas cuando intentaban cruzar la frontera.
“El número de personas integrantes de familias supera las 470.000, lo que supone un aumento del 300% respecto a 2018”, dijo la ONU en una nota de prensa.
Además, señala que el número de niños no acompañados puestos bajo custodia en la frontera “es mayor que en cualquier otro año registrado” y asciende a 76.000. La mayoría de ellos son de Guatemala y Honduras.
Esta situación tiene en alerta a organizaciones y colectivos de defensa de derechos humanos como el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (Cejil), la Red Nacional de Organismos Civiles de DDHH de México (Red TDT), la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, entre otras, que en septiembre pasado presentó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el calvario de los migrantes centroamericanos en México.
Entre las principales preocupaciones expresadas, estuvo la detención sistemática de personas, incluso niños y niñas solicitantes de protección internacional, una práctica contraria a los estándares internacionales.
En seis años las solicitudes de refugio en México han aumentado más de un 3.000%. Pasaron de 1.296 peticiones en 2013 a 48.254 hasta septiembre de 2019. Y según la Comisión Mexicana de Ayuda al Refugiado (Comar), podrían alcanzar las 80.000 al final del año. Al mismo tiempo, organizaciones humanitarias estiman que cerca de 700.000 centroamericanos han sido desplazados dentro de sus países.
Jan Egeland, secretario general del Consejo Noruego para Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), recorrió la ruta de los migrantes desde San Salvador hasta Tapachula, en México, y afirmó que el sufrimiento y desplazamiento que ha visto “es similar al que ocurre en zonas de guerra”.