La histórica ola precoz de calor en Europa, que está azotando particularmente a Francia y España desde el jueves, empezó a mermar en el suroeste y el oeste del continente, trasladando las altas temperaturas hacia el este, donde el termómetro alcanzaría los 38 grados.
Después de registrar temperaturas incluso superiores a 40 grados, y de numerosos récords de calor rotos durante el sábado en el oeste de Francia, ayer se previó un clima tormentoso que hizo "disminuir gradualmente" la ola de calor, según Météo France.
Mientras las temperaturas bajan en la costa atlántica, la ola de calor persiste en regiones del noreste, donde el servicio meteorológico pronostica hasta 38 grados e incluso un poco más en la llanura de Alsacia.
De hecho, ayer en la mañana Météo France levantó la alerta roja en el suroeste del país, mientras que otros 50 departamentos en el centro y noreste fueron puestos en alerta naranja, y 32 permanecen en alerta amarilla.
La barrera simbólica de 40 °C también la alcanzaron varias regiones del oeste. En París el termómetro se detuvo en los 37 °C y sus habitantes se volcaron a las fuentes de la ciudad ante la prohibición de bañarse en el río Sena.
"Esta es la ola de calor más temprana registrada en Francia" desde 1947, declaró Matthieu Sorel, climatólogo de Météo France, que insiste en que es un "marcador del cambio climático".
Por su parte, en España los bomberos seguían luchando contra varios incendios, uno de los cuales ya ha devastado 20 mil hectáreas en el noroeste, en lo que se espera sea el último día de la ola de calor.
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El incendio más importante obligó a evacuar a centenares de habitantes de más de diez localidades en la Sierra de la Culebra, un macizo montañoso de la región de Castilla y León, cerca de la frontera con Portugal.
Los incendios también provocaron el cierre de una carretera y de una línea de tren de alta velocidad entre Madrid y Galicia (noroeste).
La agencia española de meteorología Aemet coincide en que esta canícula excepcional debe terminar el domingo, gracias a una masa de aire más frío procedente del oeste.
España, que ya había vivido el mes de mayo más cálido desde el principio del siglo, ha sufrido cuatro episodios de temperaturas extremas en los últimos diez meses, incluida la actual ola de calor.
La ola de calor alcanzó también Alemania el viernes y durante el fin de semana las temperaturas alcanzaron un récord de 36,4 ºC en Waghäusel-Kirrlach, en el suroeste, según el instituto alemán de meteorología (DWD).