El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, subrayó que la ofensiva lanzada sobre la Franja de Gaza en respuesta al lanzamiento de dos mil cohetes esta semana "no ha acabado" y aseguró que esta operación ha permitido infligir "golpes significativos" contra Hamás y otros "grupos terroristas" que operan en dicho territorio.
Las Fuerzas de Defensa israelíes llevaron a cabo del jueves al viernes la noche más intensa de bombardeos -más de cien-, en el marco de un cruce de ataques con las milicias palestinas que ha dejado más de un centenar de muertos en la Franja de Gaza y nueve en Israel.
"En el último día, hemos atacado objetivos bajo tierra. Hamás pensó que podría esconderse ahí, pero no puede", ha advertido Netanyahu, en un mensaje en vídeo en el que ha dejado claro que "no pueden escapar". "Podemos llegar a ellos en cualquier parte", ha añadido.
El primer ministro israelí ha prometido que los milicianos "pagarán un precio muy alto" por los proyectiles que llevan días disparando desde la Franja y que han impactado en varias ciudades. Por este motivo, ha defendido que la ofensiva "aún no ha acabado" y que Israel hará "todo lo necesario" para "recuperar la seguridad de sus ciudades y sus ciudadanos".
Netanyahu, que ha agradecido el apoyo de varios líderes internacionales, entre ellos el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha insistido en que Israel actúa "en defensa propia" y ha acusado a Hamás de "esconderse detrás de civiles", después de que autoridades palestinas y organizaciones internacionales hayan denunciado ataques contra infraestructura civil y la muerte de más de una treintena de niños.
El Gobierno israelí mantiene abierta la posibilidad de iniciar una ofensiva terrestre sobre Gaza -la última fue en 2014- y por ahora no se muestra dispuesto a un alto el fuego, algo que habría trasladado personalmente a una delegación egipcia que visitó esta semana la Franja y Tel Aviv.
La respuesta israelí a los ataques de Hamás ha dejado esta semana más de 120 fallecidos y decenas de heridos. Ayer, Cisjordania se unió a la oleada de violencia.
Las manifestaciones de ira del viernes por toda Cisjordania derivaron en uno de los enfrentamientos más violentos con el ejército israelí de los últimos años. Diez palestinos han muerto y más de 150 manifestantes han resultado heridos, según un balance del ministerio palestino de Salud y de la Media Luna Roja.
En Israel, donde el escudo antimisiles Cúpula de Hierro ha interceptado cerca del 90% de los 1.800 cohetes lanzados esta semana desde Gaza, el balance pasó a nueve muertos y centenares de heridos.
En el ámbito diplomático el Consejo de Seguridad de la ONU tiene prevista una reunión el domingo para debatir sobre esta crisis. El secretario general Antonio Guterres ha exhortado a "un cese de las hostilidades".
El presidente francés, Emmanuel Macron, insistió en la "urgencia de un retorno a la paz" en Oriente Medio, y subrayó, durante una conversación con Netanyahu, que Israel tiene "derecho a defenderse", aunque manifestó "su preocupación por la población civil de Gaza".
Debido a los riesgos que generan los combates, varias compañías aéreas. entre ellas KLM, British Airways, Virgin, Lufthansa e Iberia anularon sus vuelos a Israel.
El nuevo conflicto estalló tras el lanzamiento desde Gaza de una andanada de cohetes contra Israel en "solidaridad" con los más de 700 palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, sector palestino ocupado por Israel desde 1967./