A lo largo de la historia, casi que de la humanidad misma si tomamos como punto de partida el Éxodo del Antiguo Testamento, en la que hoy se conoce como la Franja de Gaza han estallado un sinnúmero de enfrentamientos entre árabes y judíos.
A comienzos de la semana se sumó el más reciente de esta prolongada lista, y este último capítulo en los enfrentamientos entre el Estado de Israel y Hamás, tiene hoy a la comunidad internacional en vilo por dos razones: por una parte, el viernes al mediodía (hora colombiana) el reporte diario de víctimas había aumentado a 122 fallecidos, de los cuales por lo menos 31 son niños, y más de 850 heridos. Y porque los ataques, al menos por ahora, no tienen proyectado detenerse.
Este nuevo conflicto estalló luego de que fueran lanzados, desde la Franja de Gaza, una andanada de cohetes (dos mil) contra Israel en "solidaridad" con los más de 700 palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este, sector palestino ocupado por Israel desde 1967.
¿Cómo se puede explicar la última semana de confrontaciones y cómo debe interpretarse la respuesta israelí? EL NUEVO SIGLO habló con dos expertos en geopolítica y Medio Oriente y dos cosas son claras: la primera de ellas, que el ataque de Hamás estaba planeado de antes, y la segunda y más importante: que Israel, que cuenta con un sistema de defensa por mucho superior al de Hamás (y de buena parte del resto del mundo), ejerció su derecho a defenderse, así lo hizo y así lo seguirá haciendo.
Y lo seguirá haciendo en la medida que los ataques persistan, como de hecho han persistido. El viernes a altas horas de la noche el ejército israelí confirmó que 3 cohetes fueron lanzados desde Siria hacia Israel. Uno de los proyectiles cayó en territorio sirio, y otros dos en zonas deshabitadas del norte de Israel, afirmó la misma fuente.
Un ataque premeditado
Al respecto del origen de la confrontación, de acuerdo con el profesor internacionalista experto en Estados Unidos y Medio Oriente de la Pontificia Universidad Javeriana, Emerson Forigua, los ataques en la Franja de Gaza de la semana pasada se deben interpretar más como un estallido de tensiones acumuladas entre Hamás y el gobierno israelí.
“Creo que un hecho recurrente fue tomado para que ambas partes reivindicaran puntos de vista que han estado presentes en la agenda de negociaciones de paz desde hace mucho tiempo. Israel, por una parte, en su necesidad por defender su seguridad y de ampliar los asentamientos, especialmente en la zona cercana a la ciudad vieja de Jerusalén; y por el otro lado los palestinos, con Hamás, que siempre se han opuesto a este curso de acción. Esto siempre estará en el trasfondo de las discusiones entre las dos partes”, le dijo a EL NUEVO SIGLO el profesor Forigua, quien llamó la atención sobre algo: Hamás comenzó muy rápidamente una ofensiva de misiles contra ciudades israelíes “y ha sido un número significativo. Eso quiere decir que había una preparación”.
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La respuesta israelí no se hizo esperar y como lo ha dicho de manera recurrente su primer ministro, Benjamín Netanyahu, “la ofensiva en la Franja de Gaza no ha terminado”, indicó el viernes, añadiendo que el escudo antimisiles, Cúpula de Hierro (un sofisticado sistema de defensa nacional), logró interceptar a cerca del 90% de los 1.800 cohetes que fueron lanzados durante la semana desde la Franja de Gaza.
¿Una respuesta desproporcionada?
Frente a la respuesta israelí, que medios internacionales y mandatarios regionales tales como el de Turquía condenaron, una pregunta se hace inevitable: ¿podemos hablar de desproporcionalidad en la respuesta por parte del país judío?
“En Israel no han muerto muchas personas porque el país tiene refugios para su gente y tiene un sistema antimisiles. Pero Israel no ha usado fuerza desproporcionada. El que ha usado fuerza desproporcionada es Hamás”, comenzó por explicarle a EL NUEVO SIGLO el internacionalista experto en Medio Oriente y director de la Comunidad Judía de Colombia, Marcos Peckel, quien añadió que precisamente por eso varias naciones han apoyado la respuesta de su país en la Franja de Gaza.
“Varios Estados han apoyado incondicionalmente a Israel en la respuesta que ha dado. Estoy hablando de Estados como Alemania, Austria, Estados Unidos, el mismo Colombia y Guatemala. No es que todos los países estén diciendo lo mismo: algunos siempre han tenido y seguirán teniendo la misma opinión sesgada frente a Israel y repito: Israel está respondiendo como debe responder y tiene como Estado, y quiero ser enfático en eso, la obligación absoluta de proteger a sus ciudadanos”.
Un derecho a la defensa
De hecho, y enmarcando el análisis en el principio de la proporcionalidad, Peckel, anotó con sorpresa la capacidad militar que tiene Hamás, que controla un territorio en donde hay dos millones de palestinos.
“Hamás ha aducido, de manera permanente y reiterativa, que no tiene recursos ni para educación, ni para salud, ni para agua o electricidad y sale con semejante arsenal para atacar a Israel e iniciar una agresión que obviamente ha sido respondida y seguirá siendo respondida por el Estado de Israel”.
Por lo mismo, y dentro del legítimo derecho de los países a su defensa, Peckel concluyó su explicación con la siguiente claridad: “El panorama es realmente sencillo y no tiene mayor misterio. La organización Hamás que controla la Franja de Gaza y ha sido reconocida de terrorista por varios Estados, decidió atacar a Israel mandando cohetes a su capital, Jerusalén. Cualquier estado tiene derecho a reaccionar ante ese ataque no provocado por ninguna circunstancia y por eso estamos viendo lo que estamos viendo”, puntualizó Marcos Peckel.
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Por último, refirió que lo que pasó en Jerusalén es un evento recurrente, pues en esa zona siempre hay tensiones por la presencia de radicales judíos y radicales árabes, pero “eso no es razón suficiente para atacar a un país de la manera en la que Hamás lo hizo y ahora están pagando el precio”.
Un sistema de defensa avanzado
Muchos argumentan que la respuesta israelí es desproporcionada en el sentido de que se debe tener presente que cuenta con sistema de defensa infinitamente superior al de su oponente, de allí que los muertos y heridos disten por mucho en las cifras en la Franja de Gaza.
"La Cúpula de Hierro es un sistema que ha copado los titulares de prensa porque ha demostrado ser muy eficaz. Otros países del mundo interesados en proteger sus ciudades de ataques con misiles de diverso tipo, deben estar siguiendo con el mayor interés esta demostración de capacidades militares por parte de los israelíes. Las Fuerzas de Defensa de Israel son unidades muy competentes y aquí estamos viendo un notable ejemplo de sus capacidades para enfrentar un desafío asimétrico como el lanzamiento masivo de misiles por parte de Hamas. La Cúpula de Hierro es una joya de la tecnología aplicada en la Defensa", aclaró Emerson Forigua.
No obstante, y pensando en el que podría ser un siguiente capítulo en la escalada ya no de tensiones sino de respuestas, el internacionalista experto en Medio Oriente dijo que Israel al parecer está contemplando la posibilidad de lanzar una ofensiva terrestre, lo que sería mucho más complejo.
“Estos combates en tierra pueden ser muy difíciles y esa es una opción que se guarda para el final. El ideal para Israel sería el de continuar con la ofensiva por aire y con artillería para seguir debilitando la infraestructura de Hamás en Gaza, porque claramente como lo indiqué en un principio, sí hubo una preparación. Hamás tenía un ataque bastante estructurado para responder a la coyuntura y eso es evidente por el número de misiles y por la forma en que los han lanzado”, finalizó diciendo el experto en Medio Oriente de la Javeriana.