La cifra de muertos en el incendio forestal que empezó el 8 de noviembre en el estado de California, en el suroeste de EEUU, y que logró ser contenido el pasado domingo por la mañana ascendió a 88.
El sheriff del condado de Butte, Kory Honea, informó que tras el hallazgo de tres cadáveres más el número de fallecidos en el incendio, bautizado como ‘Camp (Creek Road) fire’ (incendio de Camp) por su lugar de inicio, se elevó a 88, indicando que 203 personas seguían desaparecidas.
Por otra parte, el secretario del Departamento Seguridad Nacional, Ryan Keith Zinke, dijo que nunca había sido testigo de tanta destrucción tras haber visitado la zona donde se encuentra la ciudad de Paradise, una de las más afectadas por el incendio Camp.
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El portavoz de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Frank Mansell, afirmó que la administración estadounidense había ayudado a los desplazados por los incendios en el norte del estado con USD 20 millones, de los cuales 15,5 millones habían sido destinados para albergar y acomodar a los afectados.
Mansell añadió que también se habían destinado casi 5 millones para gastos funerarios y otras necesidades.
El incendio forestal, el más mortífero en la historia del estado de California, se ha llevado a su paso más de 13.500 estructuras.