Tras superar profundas divergencias entre demócratas y republicanos, el Congreso de Estados Unidos se aprestó ayer a dar luz verde a un nuevo plan de ayuda económica por 900.000 millones de dólares para enfrentar los impactos de la pandemia.
Al cierre de esta edición el tiempo se agotaba al acercase el límite que se fijaron los legisladores, medianoche, para llegar a un consenso sobre dos temas cruciales: las medidas de ayuda económica para hogares y empresas; y el presupuesto de 2021 para evitar el cierre del gobierno.
"Creo que habrá un acuerdo", dijo el senador republicano Mitt Romney a la cadena CNN.
"Todavía hay algunos puntos conflictivos, pero lo principal se resolvió anoche", añadió, refiriéndose a las diferencias sobre el papel de la Reserva Federal (Fed, banco central).
El sábado en la noche, los legisladores llegaron a un compromiso sobre el rol que cumplirá la Fed para apoyar a la principal economía del mundo en la crisis causada por la pandemia de covid-19: mantendría su capacidad para establecer programas de préstamos de emergencia sin la aprobación del Congreso, según el diario The Wall Street Journal.
Pero la poderosa institución necesitaría la aprobación de los legisladores para reiniciar los programas existentes bajo la Ley de Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus (CARES, por sus siglas en inglés) promulgada en marzo, una vez que expiren a fin de año.
"No pensamos que atar las manos de la Reserva Federal o del Tesoro fuera pertinente", dijo el senador demócrata Mark Warner, refiriéndose al compromiso alcanzado entre el senador republicano Pat Toomey y el líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer.
Cheque de 600 dólares
La otra manzana de la discordia era el monto del cheque que se entregará a los estadounidenses con más dificultades. "Será de 600 dólares", dijo Romney.
Los demócratas exigían el doble, es decir, la cifra que se otorgó en la primavera a millones de estadounidenses.
"Estaría bien si (el monto) fuera superior, pero los que trabajan en la elaboración del plan reconocen que la prioridad es ayudar a las pequeñas empresas" a mantener el empleo, dijo.
Numerosas tiendas y restaurantes en Estados Unidos, el país el más afectado por la pandemia en términos absolutos, están cerrando por las nuevas restricciones ante la ola de contagios.
Ayudar a las pequeñas empresas es "primordial", insistió el senador republicano.
"Tras haber resuelto esta disputa ahora podemos votar la ayuda a los estadounidenses, extender el seguro de desempleo, enviar cheques", tuiteó por su parte Schumer.
Se espera que el nuevo plan también incluya medidas para la distribución de las vacunas contra el coronavirus, así como subvenciones de desempleo adicionales de 300 dólares por semana.
Desde hace meses, los economistas reclaman al Congreso la adopción de nuevas medidas para impulsar la recuperación de la economía. Y en las últimas dos semanas, el resurgimiento de la pandemia produjo un aumento de las solicitudes de subvenciones por desempleo.
Millones de estadounidenses verán un recrudecimiento de su situación tras las fiestas navideñas, ya que la moratoria sobre los desalojos de viviendas y los pagos de préstamos estudiantiles expira a fines de diciembre.
El presidente electo, el demócrata Joe Biden, no ha cesado de pedir al Congreso un voto "sin demora".
El sábado por la noche, el presidente en funciones, el republicano Donald Trump, coincidió: "¿Por qué el Congreso no le da a nuestro pueblo un paquete de estímulo? Háganlo y denles más dinero en pagos directos", escribió en Twitter.
De su lado, el senador republicano John Barrasso insistió en que la aprobación debía darse sin demora. "Debimos hacerlo hace meses", se lamentó en entrevista con la cadena Fox News.
El miércoles, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, señaló que muchas pequeñas empresas estaban a punto de cerrar sin el apoyo del Estado.
Según estimaciones de la Fed, la tasa de desempleo subirá a 6,7% este año, y el año que viene se ubicará en 5%. En febrero, antes del impacto de la pandemia, el desempleo en Estados Unidos se ubicaba en 3,5%.