Al menos nueve personas murieron este viernes en enfrentamientos en una prisión de Ecuador, escenario de violentas masacres carcelarias que dejan desde el año pasado cerca de 400 reclusos fallecidos, dijo la fiscalía, que abrió una investigación de oficio.
El organismo "abrió una investigación previa por la muerte violenta de 9 personas en el Centro de Privación Provisional de Libertad #ElInca", ubicado en el norte de Quito, escribió en su cuenta de Twitter.
Agregó que de momento se "desarrollan diligencias para el levantamiento de los cadáveres" en el penal, también llamado Pichinca 1.
No obstante, el organismo que administra las prisiones (SNAI) señaló en un comunicado que los choques dejaron ocho reclusos muertos.
El acceso a la cárcel permanece rodeado de militares, ambulancias y camiones de bomberos, constató un periodista de la AFP. Al lugar ingresó personal de Medicina Legal.
El SNAI indicó que los enfrentamientos iniciaron tras el traslado de Jonathan Bermúdez, cabecilla de la banda de Los Lobos y señalado de dirigir a inicios de noviembre una matanza en la cárcel de El Inca en la que murieron cinco reos.
"Miembros de esta organización delictiva tomaron represalias violentas" por la reubicación de Bermúdez, explicó el SNAI.
Añadió que otros tres presos considerados responsables "intelectuales" de los ataques de esta tarde serán trasladados a La Roca, una prisión de máxima seguridad en la costera Guayaquil (suroeste) a donde más temprano fue reubicado el cabecilla de Los Lobos.
Advertencia
El viernes también fue trasladado a La Roca un reo identificado como Anchundia, cabecilla de la banda R7, a quien las autoridades acusan de ser el responsable de disturbios en la cárcel de Santo Domingo de los Tsáchilas (centro).
"Les dijimos que no nos temblaría la mano", afirmó temprano el presidente Guillermo Lasso en Twitter.
En su mensaje el mandatario incluyó fotografías de reclusos con las manos atadas o con las manos en la nuca y tumbados boca abajo en patios y pasillos de las prisiones.
"Que las mafias y cabecillas no se confundan: este será el mismo destino a quienes continúen con sus intentos de quebrar la paz de los ecuatorianos", advirtió el mandatario en la misma red social.
A inicios de noviembre, el gobierno de Lasso organizó la reubicación de unos 2.400 reclusos, lo que detonó una ofensiva de las bandas criminales ligadas al narcotráfico, que hicieron estallar coches bomba cerca de gasolineras y estaciones de policía al tiempo que propiciaron balaceras.
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Ocho personas, incluidos cinco uniformados, murieron durante los ataques ocurridos en Guayaquil. Este puerto, lugar estratégico para la salida de droga hacia Estados Unidos y Europa, es el más castigado por la mafia del narco.
"Sin tregua"
"Seguiremos actuando con firmeza y sin tregua para combatir al crimen organizado, que atenta contra la seguridad y la paz de los ecuatorianos", anotó el SNAI luego de los choques en Quito.
Desde febrero de 2021, en Ecuador hubo ocho masacres carcelarias, con saldo de unos 400 reclusos muertos, muchos de ellos desmembrados y incinerados.
Quito había escapado a la violencia tras las rejas hasta el 8 de noviembre, cuando se dio el enfrentamiento que dejó cinco fallecidos.
Ecuador, ubicado entre Colombia y Perú, los mayores productores de cocaína, encara un aumento de la violencia vinculada a bandas del narcotráfico, así como del decomiso de droga.
En 2021, el país decomisó el récord de 210 toneladas y en lo corrido de este año las incautaciones alcanzan las 170 toneladas.
Para contener el impacto de la violencia del narcotráfico, Lasso declaró el estado de excepción y un toque de queda en las provincias costeras de Guayas (cuya capital es Guayaquil), Esmeraldas (fronteriza con Colombia) y Santo Domingo de los Tsáchilas.