El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu parece haber salvado de momento su gobierno tras el anuncio este lunes, por parte de un ministro clave de la coalición, de que permanecerá en el ejecutivo, alejando así la posibilidad de elecciones.
El futuro del gobierno actual, establecido en 2015, sigue siendo muy inestable, un año antes del plazo fijado para las elecciones legislativas.
Una mayoría parlamentaria de un solo diputado deja al gobierno a merced de chantajes y dimisiones, ahora que se anuncian debates sobre materias susceptibles de sembrar la discordia, como la ley sobre el servicio militar de los ultraortodoxos. Sin mencionar los sucesos externos como los que han puesto a prueba la cohesión gubernamental estos últimos días.
El gobierno está sumido en plena crisis después de que el ultranacionalista Avigdor Lieberman dimitiera el miércoles como ministro de Defensa, en desacuerdo con la tregua acordada con grupos palestinos en la Franja de Gaza.
El partido nacionalista religioso Hogar Judío condicionó entonces su permanencia en la coalición al traspaso de esta cartera al actual ministro de Educación, Naftali Bennett, jefe del partido. Desde entonces, los comentaristas no le daban mucha opción al gobierno de Benjamin Netanyahu.
- ¿Fuerza de disuasión debilitada? -
Pero en un sorprendente giro, Naftali Bennett se desdijo del ultimátum lanzado la semana pasada.
Delante de los periodistas, el actual ministro de Educación criticó duramente la actuación del gobierno en la última década (nueve años bajo el mandato de Netanyahu), en la que "Israel ha dejado de ser el vencedor".
Bennett arremetió contra una fuerza de disuasión debilitada y describió a los enemigos -como el grupo palestino Hamas o el movimiento chiita libanés Hezbolá- como "cada día más arrogantes porque creen que tenemos miedo de enfrentarnos a ellos".
Se burló de un gobierno "presa del pánico" ante las presiones europeas cuando se trata de demoler el pueblo beduino de Jan al Ahmar en Cisjordania ocupada.
Pero se mostró esperanzado por el discurso del primer ministro de la víspera en el que prometió a los israelíes "que cambiaría de rumbo".
"Si el primer ministro es serio en sus intenciones, dejaremos de lado todas nuestras exigencias políticas por el momento y le ayudaremos en la misión inmensa que consiste en que Israel gane de nuevo", aseguró Bennett.
Poco antes Netanyahu había afirmado ante una comisión parlamentaria que sería "irresponsable" provocar la caída del gobierno, invocando amenazas de seguridad demasiado urgentes como para poder disolver la coalición.
"Nuestras condiciones de seguridad son ahora mismo muy complejas", afirmó en una intervención televisada con aire de discurso electoral.
La dimisión de Lieberman, que denunció el alto al fuego contra los grupos palestinos de Gaza como una "capitulación ante el terrorismo", deja a Netanyahu con una mayoría parlamentaria de un solo diputado.
- Supervivencia política -
Sin embargo, Netanyahu rechazó nombrar a Bennett ministro de Defensa y ofrecerle el potencial trampolín que supone esta cartera a un hombre que no disimula sus ambiciones y hacia el que tiene una enorme aversión.
Por ello decidió asumir dichas funciones, al menos de momento, junto con las de primer ministro, ministro de Exteriores y ministro de Sanidad.
Por otra parte, otro pilar de la coalición, el ministro de Finanzas de centroderecha, Moshé Kahlon, se oponía al nombramiento de Bennett en Defensa, apelando a la convocatoria de elecciones lo antes posible.
Este aparente estancamiento parecía hacer inevitables las elecciones anticipadas. Pero Netanyahu se resiste a esa posibilidad, habitual en Israel, un país en el que ninguna legislatura ha llegado a su fin en décadas.
Conocido por su instinto de supervivencia política, el primer ministro israelí ha sorteado de nuevo la adversidad.
Desde hace meses flota en el ambiente la convocatoria de elecciones anticipadas, una idea barajada también hasta hace poco por el mismo Netanyahu, antes de su cambio de opinión.
Los comentaristas creen que el primer ministro busca poner la mayor distancia posible entre los acontecimientos de la semana pasada en la Franja de Gaza y las elecciones anticipadas.