De una punta a otra de Estados Unidos, multitudes salieron a las calles este sábado para celebrar la victoria de Joe Biden y el fin de cuatro años de turbulenta gestión del republicano Donald Trump.
Una vez que los medios de comunicación anunciaron el triunfo del demócrata de 77 años tras casi cuatro días de conteo de votos, miles de personas se dieron cita de manera espontánea en las inmediaciones de la Casa Blanca para decir "adiós" a Trump, celebraron en las afueras de la Torre Trump de Nueva York, ciudad natal del actual mandatario, y bailaron en las calles de Los Ángeles.
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Lejos de ese clima de algarabía, el presidente saliente decidió pasar la tarde jugando al golf en la vecina Virginia tras tuitear afirmaciones incendiarias y sin fundamento sobre presuntos fraudes electorales, antes de regresar a la Casa Blanca.
El entusiasmo en la capital, un bastión demócrata, era enorme, entre ruidos de bocinas de autos, golpeteo de ollas y sartenes y gritos.
"Estoy aquí para celebrar", comentó Jack Nugent, un ingeniero informático de 24 años, mientras caminaba hacia Black Lives Matter Plaza, un área que fue el epicentro de las recientes protestas antirracistas.
"Estoy muy feliz con el resultado. He pasado tantos años esperando que sucediera este día".
Algunos acudieron a los festejos con sus hijos pequeños y sus mascotas.
La Black Lives Matter Plaza es parte de la avenida que conduce a la residencia presidencial y fue así rebautizada meses atrás para denunciar la brutalidad policial contra los afroamericanos.
Yannh Djedjro, un hombre de 32 años que trabaja en la industria del software y acudió a la Plaza BLM con su prometida y su hija pequeña, dijo: "Creo que es increíble. La gente está extasiada, todo el mundo está feliz".
Fiel reflejo de la ciudad, la multitud era étnicamente diversa e incluía a personas de todas las edades.
Los carteles con los rostros de Joe Biden y Kamala Harris, la futura vicepresidenta, florecieron de nuevo en las calles de la capital, donde miles de los seguidores de los candidatos demócratas, todos con barbijo, los exhiben con orgullo.
"Estoy abrumada, extremadamente feliz y muy orgullosa de que hayamos tomado una dirección diferente", dijo Amy Berger, de 40 años, que estaba con su hijo en una zona más residencial.
Muchos que vivieron marginados bajo la gestión del magnate republicano tuvieron este sábado un momento de catarsis. En las celebraciones ondeaban banderas de la comunidad LGBT y se veían carteles de minorías étnicas.
"Soy venezolano, pero vivo aquí desde hace 10 años, así que esto significa mucho para mí", dijo Rafael Contreras, de 28 años.
"Creo que es una esperanza de un futuro mejor para este país, especialmente para los inmigrantes que han estado sintiendo durante los últimos cuatro años que no son bienvenidos y han sido rechazados por este país", agregó.
La música sonaba a todo volumen por los altavoces, mientras la multitud cantaba al unísono una canción que se escucha habitualmente en las manifestaciones de protesta: "Na na, na na na na, hey hey hey, adiós!"
Algunos parafrasearon una frase utilizada por Trump en tiempos en que animaba el programa de televisión "El aprendiz": "Hey Trump... Estás despedido!!"
Cuatro años atrás, en 2016, el clima era absolutamente el opuesto en la ciudad, que había votado masivamente en favor de la demócrata Hillary Clinton, sorpresivamente derrotada por el entonces novato en política Donald Trump.
Escenas similares se vivieron en otras grandes ciudades.
En Nueva York, de donde Trump es oriundo, varios cientos de personas celebraron frente a la Torre Trump, en Manhattan.
Catherine Griffin, de 47 años, incluso derramó algunas lágrimas de emoción.
"Estoy feliz de que Donald Trump esté saliendo de nuestras vidas, esperemos que para siempre", dijo.
En Los Ángeles, automovilistas hicieron sonar sus bocinas y la gente bailaba en las calles.
En California, numerosas personas se dijeron orgullosas de que su senadora Kamala Harris fuera la primera mujer en convertirse en vicepresidenta electa de Estados Unidos, y la primera persona negra en ocupar ese cargo.
"Eso también es enorme para mí, porque soy una persona de color, soy inmigrante y ella es hija de inmigrantes", dijo Christian Barron, de 38 años, en el bulevar Santa Mónica, en West Hollywood.
Denuncias de fraude
Mientras en las grandes ciudades de Estados Unidos se celebraba, en otras partes del país, los partidarios de Trump reaccionaron con incredulidad y muchos repitieron las afirmaciones infundadas del presidente sobre la existencia de un fraude.
En el Departamento de Elecciones del condado de Maricopa, en Phoenix, Arizona, Sharron Morris, un entrenador de 51 años, dijo: "Quiero que se escuche mi voz. Está mal ganar las elecciones mediante fraude. El estilo estadounidense es ganar de manera pacífica y honesta, y eso no es lo que está sucediendo aquí".
En el barrio de La Pequeña Habana de Miami, algunos dijeron creer que la Corte Suprema de Estados Unidos anulará el resultado.
María Teresa Chao, una cubanoamericana de 86 años, afirmó que la elección le pareció similar a un largo juego de béisbol que aún no ha entrado en su última etapa.
"La Corte Suprema es la que tiene que decidir y va a dar ese jonrón. La evidencia contra Biden es abrumadora", sostuvo.