El expresidente Evo Morales ha culminado su regreso a Bolivia con un acto multitudinario en Cochabamba que ha tenido como gran ausencia la del actual mandatario, Luis Arce, que en su intento por desmarcarse del pasado político se ha limitado a dar la bienvenida y celebrar el "emotivo" encuentro en redes sociales.
Morales emprendió el lunes su viaje desde Argentina, al frente de un convoy que culminó el miércoles con un simbólico mitin en al aeropuerto de Chimoré, justo un año después de que abandonase Bolivia tras dimitir por la polémica abierta en las elecciones generales de octubre de 2019.
- Le puede interesar: Elecciones regionales en Bolivia serán el 7 de marzo de 2021
El expresidente, acompañado de su antiguo 'número dos' Álvaro García Linera, ha dicho sentir el apoyo de "millones" de bolivianos y volver dispuesto a "trabajar", si bien durante las últimas semanas ya ha dejado claro que permanecerá al margen del Gobierno conformado por Arce y por el vicepresidente David Choquehuanca, ambos exministros de la anterior etapa.
Emocionado, el expresidente ha instado a sus seguidores a "cuidar" al nuevo presidente ante la "dura lucha" que encara el país, en un discurso en el que ha defendido que eligiese a Arce como 'delfín' pese a que, como él mismo ha reconocido, "algunos compañeros no querían".
"Vamos a seguir derrotando a la derecha porque somos un pueblo organizado y movilizado, que tiene un proyecto político, que tiene su programa y que hemos demostrado en corto tiempo cómo se puede cambiar Bolivia", ha subrayado, según la agencia de noticias ABI.
Arce ha saludado la "gran concentración de bienvenida" desde su cuenta de Twitter. "Desde la Casa Grande del Pueblo acompañamos este emotivo encuentro trabajando unidos en la reconstrucción de Bolivia", ha enfatizado el flamante mandatario, que tomó posesión del cargo el pasado fin de semana tras un año de interinidad de Jeanine Áñez en la jefatura de Estado.
Sin venganza
"No soy vengativo, no vuelvo para vengarme de nadie", ha destacado Morales en su cuenta de Twitter, desde donde ha apuntado que los temas jurídicos que puedan quedar pendientes "corresponden a la Justicia". "Políticamente, jamás vamos a buscar venganza porque venimos de la cultura de la paz, y siempre hemos trabajado por integrar a quienes tienen diferentes ideas", ha explicado.
La vuelta de Morales llega de nuevo con el Movimiento al Socialismo (MAS) que él mismo impulsó en el poder. El partido también controla las dos cámaras legislativas, aunque ha maniobrado para reducir los votos que necesita para sacar adelante ciertos trámites tras perder la mayoría de dos tercios de la anterior legislatura.