Migración y democracia, claves en Cumbre de las Américas | El Nuevo Siglo
Joe Biden espera alcanzar un acuerdo sobre una declaración para integrar a los migrantes en los países de acogida y gestionar mejor la crisis.
AFP
Domingo, 5 de Junio de 2022
Redacción internacional

El presidente Joe Biden espera que la Cumbre de las Américas que arranca hoy siente nuevas bases con América Latina y el Caribe. No obstante, este encuentro se inaugura en arenas movedizas debido a las amenazas de boicot de países como México, en plena crisis migratoria. 

Llevada a cabo en Los Ángeles, la ciudad que alberga la mayor comunidad hispana de Estados Unidos, el anfitrión sigue sin revelar la lista de gobernantes invitados, que se ha convertido en la lista de los desencuentros.

Su insinuación, hace unas semanas, de que no invitaría a Cuba ni a los mandatarios de Venezuela, Nicolás Maduro, y Nicaragua, Daniel Ortega, a quienes considera ilegítimos desde su reelección, abrió la caja de los truenos.

México, Bolivia, Guatemala, Honduras y el bloque de 14 naciones del Caribe han puesto en duda su asistencia si se excluye a esos países, que según Estados Unidos incumplen la Carta Democrática Interamericana. No sería la primera vez que Cuba asistiera a una de estas cumbres, puesto que lo ha hecho en las últimas dos ediciones.

La preocupación norteamericana

Al presidente Biden le preocupa sobremanera una ausencia del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en esta novena reunión de los países de la región, pues sostener una conversación seria sobre migración en América Latina sin México no tiene mucho sentido.


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"Nuestra relación con México es y seguirá siendo positiva", indicó Biden, quien "quiere personalmente" que López Obrador asista, afirmó esta semana Juan González, el principal asesor de la Casa Blanca para las Américas.

Debido al problema migratorio que enfrenta Estados Unidos, Washington necesita a López Obrador y él "ve que la posición de desafiar a Biden le hace aparecer como un líder latinoamericano", declaró a la AFP Michael Shifter, profesor de la Universidad de Georgetown.

“Todo el drama sobre quién va a participar y quién no y por qué motivos”, añadió el analista, “demuestra que hay una gran desconexión que evidencia que Estados Unidos pierde influencia sobre todo en América del Sur pero también en México, aunque existe mucho poder blando de las empresas que siguen siendo muy influyentes”, como lo es China, un país que se ha convertido en un socio consolidado para la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, y el de Argentina, Alberto Fernández, se unieron al llamado a extender las invitaciones a todos, pero acudirán a la cita. 

Aún así, el canciller argentino Santiago Cafiero reiteró durante el fin de semana la necesidad de "una reunión sin exclusiones, un espacio de encuentro donde se pueda discutir desde las diversidades, pero desde el respeto también. Si hay discusiones que las haya, pero que estén todos en la misma mesa".

Según Juan González, Estados Unidos "ha sido muy respetuoso con las diferentes perspectivas" de los países. 

Caravana de migrantes

Pese al desacuerdo, cabe la posibilidad de alcanzar acuerdos en temas como el crecimiento económico, la recuperación pospandemia, la lucha contra el calentamiento global y especialmente la migración.

Sin ir más lejos, hoy en el sur de México una caravana de 11 mil migrantes venezolanos prevé poner rumbo hacia Estados Unidos, cuya frontera intentan cruzar cada día unos siete mil migrantes indocumentados.

Y la migración puede pasarle factura a Biden en las elecciones de medio mandato de noviembre, en las que podría perder el control del Congreso. No obstante, Washington espera alcanzar un acuerdo sobre una Declaración sobre migración, para integrar a los migrantes en los países de acogida y gestionar mejor la crisis.

El desarrollo económico es otra preocupación general, pero requiere el desembolso de fondos y está por ver si Estados Unidos sorprende con un anuncio.

"No veo a la administración aparecer con fuertes compromisos financieros", sino más bien "competir en igualdad de condiciones con al menos un cierto número de socios" como Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Canadá, Chile, Uruguay y Colombia, afirmó el director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, Manuel Orozco.

A nivel diplomático la cumbre, que concluirá el 10 de junio y que se celebra con la guerra en Ucrania como telón de fondo, permitirá a Biden reunirse con algunos presidentes; entre ellos el brasileño Jair Bolsonaro, un aliado del expresidente estadounidense Donald Trump y con quien el actual inquilino de la Casa Blanca no se reunió en casi año y medio que lleva en el cargo.