El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, pidió a Armenia y Azerbaiyán que inicien un proceso de negociación "sin demora" para alcanzar un cese duradero de las hostilidades en Nagorno Karabaj.
"El alto el fuego humanitario entre Armenia y Azerbaiyán es un paso fundamental hacia la desescalada", hizo saber Michel y llamó a ambos países "para que respeten el alto el fuego" actual "y eviten más violencia que ponga a los civiles en peligro". "Las negociaciones sin condiciones previas deben reanudarse sin demora", remachó Michel.
Estas declaraciones tienen lugar en medio del aplazamiento de la devolución de los cuerpos de los combatientes de ambos países caídos en combate.
El motivo, ha esgrimido el Ejército armenio, son las constantes violaciones del alto el fuego por parte de las fuerzas azeríes, que por su parte acusan exactamente de lo mismo a la parte armenia, sin que ninguna declaración haya podido ser verificada de manera independiente.
Por su parte, el presidente azerí, Ilham Aliyev, se declaró dispuesto a entablar de inmediato las negociaciones con el Gobierno armenio sobre el disputado enclave.
Estas declaraciones tienen lugar en medio del aplazamiento de la devolución de los cuerpos de los combatientes de ambos países caídos en combate.
"Estamos dispuestos a empezarlas (las conversaciones) mañana mismo, así que todo depende de las acciones del Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, de su calendario de trabajo. Por nuestra parte, estamos dispuestos a empezar de inmediato", afirmó.
Las conversaciones se pueden volver difíciles dado el carácter histórico del conflicto. Sin ir más lejos, el sábado el presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunian, acusó a Azerbaiyán de efectuar una "política de genocidio" contra los armenios que pueblan este territorio.
Los combates de las últimas dos semanas han causado la muerte al menos a 438 integrantes de las fuerzas de defensa del enclave y a 41 civiles azeríes, según informaron ayer las respectivas autoridades.
El Ministerio de Defensa karabají ha sumado en las últimas horas otros 25 militares fallecidos, con lo que eleva a 438 las bajas mortales que sus fuerzas han sufrido en dos semanas de combates.
Las conversaciones se pueden volver difíciles dado el carácter histórico del conflicto. Sin ir más lejos, el sábado el presidente de la autoproclamada república de Nagorno Karabaj, Araik Arutiunian, acusó a Azerbaiyán de efectuar una "política de genocidio" contra los armenios que pueblan este territorio.
Por la parte de Azerbaiyán, que lleva días sin dar cifras oficiales de bajas entre sus militares, la escalada de combates ha dejado al menos 41 civiles muertos y 200 heridos, según la Fiscalía General de Azerbaiyán.
Entre estos civiles se encuentran nueve fallecidos en las últimas horas por un ataque a la ciudad azerí de Ganyá, hechos que Armenia ha desmentido categóricamente por ocurrir dentro del alto el fuego que entró en vigor el pasado sábado y que Ereván asegura que ha cumplido en su totalidad, según la portavoz del Ministerio de Defensa, Shushan Stepanian. /Redacción Internacional con Europa Press